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Ha llegado el día D y la hora H. Prometieron “liarla gorda” y mañana lunes se estrenan con su Café Madrid. Son amigos, casi hermanos y tenían en la cabeza el reto de formar equipo de nuevo desde que lo hicieron en la etapa más brillante del mítico Torrijos en Valencia. Nacho Romero e Iván Talens lo tienen todo preparado.

Además de ser uno de los cocineros de referencia de la alta cocina en Valencia, Nacho Romero se caracteriza por hablar claro. Enamorado de la lectura es un apasionado de bucear en el origen de las gastronomías del mundo. Es por eso que, cuando le hablan de la paella, le gusta viajar al pasado. A los tiempos de Cañas y Barro. Ponerse en la piel del campesino que cocina la paella.

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que uno de los mejores cocineros de Valencia luchaba a brazo partido por alcanzar los más prestigiosos reconocimientos de la crítica. Nacho Romero ha creado una auténtica parroquia de “kaymusianos” con su restaurante Kaymus. Hoy encontramos un Nacho muy maduro, pese a su juventud, pero con las mismas ganas de comerse el mundo de la gastronomía.

No pude felicitarle las fiestas y él a mí tampoco, pero, era lógico. Todos los que estamos en este mundo de la hostelería tenemos asumido que en los momentos de más diversión de la parroquia, más trabajamos los “oficiantes”. Y así es y se asume por vocación y por profesión.

Reconozco que soy un clásico y, en esta ocasión, echo de menos encontrarme con Nacho Romero en ese sitio especial, lejos del mundanal ruido, donde sigue y seguirá Kaymus. No ha cambiado. Humilde, sencillo, activo hasta la saciedad pero fiel a unos principios que demuestran que lo importante de un restaurante no es su ubicación, sino lo que ofrece.

Anoche tuvo lugar el acto de entrega de premios de la Federación de Ocio, Turismo, Juego, Actividades Recreativas e Industrias Afines de la Comunidad Valenciana FOTUR.

El pasado año Glenfiddich lanzó un proyecto para bartenders y cocineros donde buscaban la mejor fusión nacional de una tapa y un cóctel.

Nacho me ha pedido que venga pronto a Kaymus porque ha llovido mucho desde la última vez que nos vimos. Tenemos cosas de qué hablar.

En parte era normal que los padres de Nacho pusieran el grito en el cielo. Un chaval estudioso, inteligente, con ímpetu, podría hacer y llegar a donde se lo propusiera. Una buena carrera y a por todas.