Enoturismo: el destino mágico de la cultura del vino

Imagen de archivo anterior a la pandemia.

Jaime Nicolau

Descubrir una cultura que lleva intrínseca una tradición. Pasear por mágicos viñedos. Recorrer en silencio una sala de barricas o una bodega enterrada. Catar un vino o un cava en las entrañas de donde nace, tocando la viña en la que comienza un proceso mágico. Si aderezas todos estos ingredientes con la rica gastronomía de las comarcas de interior de la Comunitat Valenciana y los alojamientos rurales puedes hacer que esa experiencia sea uno de tus recuerdos imborrables.

Y es que las bodegas se han convertido en un destino turístico idílico por todos los condicionantes de emoción y pasión que acompañan al mundo del vino, a su historia, a su arraigo a un territorio y a las gentes que viven en él. Arrancamos hoy una serie en la que vamos a llevarles las exclusivas experiencias que las bodegas de la Comunitat Valenciana han preparado para ustedes. Un viaje mágico a las comarcas del interior de Castellón, Valencia y Alicante. Eso sí, no duden en reservar pues todas las bodegas han establecido un riguroso protocolo para adaptarse a las exigencias sanitarias.

Imagen de archivo anterior a la pandemia.

Escapadas de ida y vuelta en el día
Comenzamos este viaje en la zona productora de Utiel-Requena. Vamos con algunas de las paradas que les iremos contando en profundidad en estos próximos días. Una de ellas sería la visita a Chozas Carrascal, la bodega de la familia López Peidro en la que podrán adentrarse en el corazón de una firma que trabaja con tres Denominaciones de Origen: Utiel-Requena, Cava y Pago Chozas Carrascal. La segunda parada obligada sería Sierra Norte y su nuevo hogar, Casa Calderón. Pese a que la pandemia no ha permitido el estreno que merece, el nuevo hogar de Sierra Norte se va a convertir en uno de los epicentros del enoturismo en la comarca, sin ninguna duda. Dominio de la Vega sería nuestra tercera parada obligada para adentrarse en la magia del cava reposando en las galerías subterráneas de la bodega. Otro punto fijo en el mapa enoturístico es la Finca Hoya de Cadenas de Vicente Gandía, en la que atrapa al visitante la magia de la Casa Solariega que es el corazón del enoturismo de la firma. Por último, Casa Lo Alto sería la recomendación para los que deseen desconectar del mundo. Un paraje excepcional del que nacen vinos vibrantes y con alma.

Para los que deseen pernoctar
Si la estancia va a ser más larga hay bodegas que permiten las pernoctaciones en diferentes formatos. Pago de Tharsys, en Requena, dispone de su coqueto hotel La Caseta de Tharsys que permite la reserva por habitaciones. Es ideal para empaparse de la historia de una de las bodegas emblema de la zona. Otra bodega que permite el alojamiento es Hispano Suizas, una firma que ha conseguido situarse entre las más exclusivas del mundo del vino en España. Dispone de un elegante hotel con cinco habitaciones que se puede reservar de manera íntegra. Es ideal para grupos. Si no llegan a ocupar las cinco habitaciones pueden consultar opciones en la propia bodega. Y para todos aquellos que quieran garantizarse unos días de desconexión una apuesta idónea es alojarse en el magnífico hotel rural Entre Viñas de la Finca El Renegado. Es el hogar de Bodegas Nodus, y van a descubrir espacios y rincones mágicos en un entorno privilegiado, pudiendo recorrer caminando las ocho encinas monumentales de este maravilloso paraje a las puertas del Parque Natural de las Hoces del Cabriel.

Destino Terres dels Alforins o el Alto Turia
El triángulo mágico que componen las poblaciones de La Font de la Figuera, Fontanars dels Alforins y Moixent, aglutinan parte de los mejores proyectos bodegueros dentro de la Denominación de Origen Valencia. Comenzamos el recorrido por Fontanars con tres paradas muy recomendables. Casa Los Frailes es una de las bodegas más antiguas de España si nos centramos en aquellas en las que no ha cesado nunca la actividad bodeguera. Visitar a la familia Velázquez es hacer que el tiempo se detenga. Otra opción que atrapa es Rafa Cambra. El enólogo valenciano es una referencia obligada en el sector del vino español. Su filosofía engancha y las mágicas terrazas de su viñedo son una estampa bella. La tercera opción en esta localidad sería Los Pinos, una finca espectacular en la que se respira sostenibilidad y respeto por el entorno. Disfrutar de su yeguada es un valor añadido. Para los tres casos, un buen remate es comer en Casa Julio.

Vamos ahora hasta la vecina Moixent para visitar Celler del Roure. Es la casa de la familia Calatayud y su Bodega Fonda, uno de los rincones más espectaculares que van a poder encontrar los amantes del mundo del vino. Para comer, Casa Pitxó les regalará lo mejor de la gastronomía local.

Cerramos el viaje en La Font de la Figuera. Conocer de cerca el proyecto de La Viña y sus maravillosos Venta del Puerto sería una opción. Otra la encontrarán en Bodegas Arráez, que ha estrenado recientemente su nuevo hogar, unas instalaciones excepcionales para adentrarse en el maravilloso mundo de los vinos más canallas del mercado.

También dentro de la Denominación de Origen Valencia encontramos como destino el Alto Turia. Se trata de una zona que vive un momento dulce con la llegada de pequeños y apasionantes proyectos que están despertando mucho interés como los de Terra d’Art o Baldovar 923.

Disfrutar el interior de Alicante y Castellón
Las bodegas castellonenses han puesto una marcha más en los últimos tiempos en busca de la ansiada Denominación de Origen. Dentro de la IGP Vins de Castelló encontramos ofertas brillantes que atrapan para siempre como las de Bodegas Flors, el brillante proyecto de Vicent Flors, Baron d’Alba y los Clos d’Esgarracordes, Bellmunt i Oliver o la Cooperativa de Viver y su experiencia entre olivos o las visitas enoturísticas. Estas son solo algunas a modo aperitivo, pero sigan atentos porque se las vamos a contar todas en los próximos días.

Lo mismo podemos aplicar a las bodegas alicantinas, en una fusión mágica entre las montañas y el mar Mediterráneo. Destacan las propuestas de las tres bodegas de MG Wines (Sierra Salinas, Monóvar y Casa Corredor), con experiencias que te llevan de la montaña a la sacristía del Fondillón. Finca Collado, Les Freses o Las Virtudes serían recomendaciones con las que el visitante iba a encontrarse tremendamente reconfortado. Pero hay mucho más y se lo vamos a contar.

Enoturismo urbano
Y no crean que hace falta desplazarse para disfrutar del mundo del vino, porque también cuentan con interesantes ofertas urbanas. Una opción es visitar el Celler del S.XIII de Proava, en pleno corazón de Valencia, en la calle Baja. En uno de los barrios de referencia de la ciudad, en Cánovas, se puede disfrutar del maravilloso Espacio Vegamar. Una ventana al Alto Turia en pleno ‘cap i casal’ que es un punto de encuentro ideal para disfrutar los vinos de la bodega con bocados gourmet. Y si lo que quieren es abandonar la velocidad a la que vivimos por unas horas, no duden en que su destino es el Wine Spa de Origen Cosmetics, el balneario urbano con el vino como protagonista que trae a Valencia un trocito del Pago Chozas Carrascal. Por último, y para los que visiten Requena, en el barrio de la Villa encontrarán La Bodega Histórica de Murviedro que esconde bajo tierra, en pleno casco antiguo de la ciudad de Requena, un espacio misterioso que se convertirá en una experiencia fascinante que hará que el visitante descubra nuestra histórica conexión con el mundo del vino: el misterio del origen de sus cuevas y su relación con la vitivinicultura desde el siglo VI a.C.; se llevará la sensación de haber hecho un viaje al pasado.

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