5 agosto, 2020
Mar Lafuente
Cuando hablamos de Alicante, lo más seguro es que se nos vengan a la cabeza palabras como ‘turismo’, ‘playa’, ‘sol’ o ‘buen tiempo’, conceptos que describen esta provincia, pero que, sin duda, se quedan cortos. Es una zona que, además de su cercanía a la costa mediterránea y tener un buen clima, también enamora por su cultura, su gastronomía y sus vinos. Alicante destaca por tener un terreno perfecto para el viñedo, la combinación de sus suelos, sus climas templados y las humedades relativas hacen que nazcan variedades de uvas muy diferentes como la Garnacha, la Monastrell o la Moscatel de Alejandría. Hoy viajamos a una de las comarcas que más combina el turismo de sol y playa con el mundo del vino: la Marina Baixa, una de las ocho subzonas en las que se divide la Denominación de Origen Protegida de Alicante.
La Marina Baixa es muy característica por localidades como Benidorm, la Vila o Altea, territorios muy turísticos que llaman la atención por su cercanía a la costa mediterránea. Pero aunque es una comarca costera, también es una de las más montañosas de la provincia de Alicante. A casi 600 metros sobre el nivel del mar, en el Valle de Guadalest nos encontramos con los viñedos de la Marina Baixa en los que, al estar situados hacia el interior, el clima es más seco y las temperaturas son algo más altas que su vecina la Marina Alta.
Si viajas a la Marina Baixa no puedes perderte únicamente en la costa. El interior de esta comarca ofrece parajes espectaculares que combinan paisajes costeros con montañosos, haciendo que esta zona también tenga un gran interés turístico, donde el relieve del terreno y la vegetación conviven de forma armónica. Son dos las bodegas que puedes encontrar en esta zona: Bodegas Enrique Mendoza y Bodega Torre Enmedio. Ambas han decidido apostar por las características tan especiales de este terreno para producir sus vinos. Pero también han sabido aprovechar el turismo de la zona y el espectacular paisaje alicantino de sus bodegas para lanzar ofertas enoturísticas. Es una forma diferente y divertida para promover sus vinos.
En l’Alfàs del Pi, a tan solo diez minutos de Benidorm, nos encontramos con la primera parada: Bodegas Enrique Mendoza. Esta nació como una empresa familiar en 1989, aunque el proyecto lleva en pie desde finales de los 70 cuando Enrique Mendoza, como aficionado a este mundo, empezó a comprar, coleccionar e invertir en vinos de otras bodegas. Fue por entonces cuando en la Marina Baixa, recuperando la tradición familiar, se plantaron unas 2000 plantas que ahora se han convertido en lo que es la bodega, que cuenta actualmente con 1.400 barricas de los mejores bosques franceses y americanos. Desde Enrique Mendoza no solo producen vino, sino que quieren promover el mundo del vino y el vino alicantino a través del enoturismo. En esta bodega podrás disfrutar de una variedad de experiencias diferentes como: visita gold, visita platino, cata de barricas o enoescapada.
La visita gold consiste en un tour guiado por las instalaciones de la bodega, una cata comentada de siete de sus mejores vinos maridados con un aceite de AOVE, embutidos españoles, quesos, tosta de brie y chocolate Valor. La visita platino consiste en la visita de alguna de las instalaciones de la bodega, talleres y la misma cata que en la visita gold. En la cata de barricas podrás disfrutar de un tour por las instalaciones, la misma cata que la visita gold y platino, pero, además, podrás degustar los vinos de la barrica directamente y acompañados por los enólogos de la bodega. Y, por último, la enoescapada que incluye talleres en las instalaciones, degustación de diez vinos maridados con embutido y queso de la zona, una comida tipo cóctel, un showcooking de la tradicional paella valenciana y una foto final. Sin duda, experiencias muy variadas que si estás por la zona no puedes dejar pasar.
También entre las montañas alicantinas nos encontramos con la segunda parada: Bodega Torre Enmedio. Empezó como una afición para el consumo propio, pero con el paso de los años se ha convertido en esta pequeña y exclusiva bodega. La historia de este territorio es lo que les despertó el interés por el vino. Y es que, hace más de 500 años los árabes cultivaron en estas tierras uva a gran escala, seguramente para la producción de perfumes o remedios medicinales. Ahora, convertida en bodega, Torre Enmedio cuenta con explanadas ubicadas a unos 700 metros sobre el nivel del mar, las cuales proporcionan unas condiciones idóneas para producir buen vino. Consiguen que únicamente se procesen las uvas de mejor calidad combinando los métodos de elaboración más modernos, sin dejar de lado las fortalezas de la tradición.
También Torre Enmedio ha decidido apostar por el enoturismo. Si estás por Marina Baixa, no te puedes perder una copa de vino o la cata de uno de ellos mientras disfrutas de unas increíbles vistas a 700 metros sobre el nivel del mar en las laderas de la Costa Blanca. Además de los vinos y de los viñedos, también podrás visitar su pintoresca bodega.
La Marina Baixa se convierte así en un lugar más allá del turismo de sol y playa. Un lugar en el que podrás disfrutar de la cultura, la gastronomía y el sabor de los vinos mediterráneos, de paisajes idílicos en la costa mediterránea y espectaculares paisajes entre las montañas.
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