5 octubre, 2018
Poké Shop (calle Pérez Pujol, 10) inauguró ayer de manera oficial su local de Valencia. Un establecimiento que tiene como base el poké, un plato de origen hawaiano, y que sigue tres premisas básicas: rápido, bueno y sano. Un local que con sus tablas de surf nos traslada a playas como Waikiki o Pipeline y que tiene entre otra de sus máximas el respeto por el medio ambiente. De hecho, tanto platos como cubiertos están realizados en material ecológico.
El proyecto Poké Shop es el resultado de la unión empresarial entre David Campos Jiménez, Lluís Gil Llabata y Vicente Lloret Vicedo. Tras más de un año de trabajo e investigación, estudiando diferentes modelos de negocio, los tres emprendedores se propusieron darle una vuelta al concepto de ‘fast good’ con una propuesta propia de poké.
Trataron, según afirman, de «encontrar solución a un problema». Y es que, según dicen, existían propuestas de comida rápida y que está rica pero que no es saludable, o rápida y sana pero que «no está muy buena», o buena y sana pero que no es rápida. Con Poké Shop quieren aunar los tres conceptos: comida saludable, sabrosa y rápida.
Poké significa “cortar a pedazos”. Es un plato de origen muy humilde, introducido por los pescadores hawaianos hace más de un siglo. Estos, dada la escasez de alimentos que tenían cuando salían a pescar, decidieron cortar a trozos las capturas y sazonarlas con lo que tenían a mano.
Con la posterior incorporación de influencias de la gastronomía japonesa y asiática, estos platos que combinan arroz, pescado crudo, salsas y ‘toppings’ se consagraron en la cocina hawaiana a partir de la década de los 70, si bien ha sido en los últimos años cuando han dado el salto internacional.
En Poké Shop el cliente tan solo tiene que coger un bol y elegir diferentes ingredientes para crear su propia receta. La base son los hidratos de carbono (arroz blanco, arroz integral, arroz venere o negro de China -que antiguamente se reservaba solo a la familia imperial-, quinoa…) y una proteína (pescado crudo como salmón noruego o atún marinados con diferentes salsas caseras, y tofu para los vegetarianos).
A esta base se le pueden añadir una serie de toppings como tomate, alga wakame, mango, aguacate…, o encurtidos caseros como piña con lima y menta, nabo daikon o pepino, y un toque final crujiente o ‘ending‘, que puede estar compuesto por chía, sésamo, cebolla frita, furikake…
Para acompañar a la comida y potenciar todo su sabor, Poké Shop prepara una serie de licuados a base de frutas y verduras. Se trata de productos de primera calidad y de proximidad, ya que los arroces, en su mayoría, provienen de la Albufera o de la marjal de Pego, y las frutas y verduras son adquiridas en el Mercado de Ruzafa.
Poké Shop es también una propuesta ‘eco-friendly‘, ya que ha decidido apostar por un material ecológico y reciclable en sus instalaciones. Así, sus bols están realizados con bagazo de caña de azúcar, mientras que los cubiertos están fabricados en biomasa de maíz y los palillos, en madera.
El primer poké en el centro de Valencia es un local de 150 metros cuadrados donde el estilo hawaiano y el mediterráneo se fusionan en un ambiente moderno, acogedor y desenfadado. Las tablas de surf comparten espacio con paredes de escamas de pez y mesas de madera de diseños exclusivos. Todo está preparado y a la vista para que el cliente llegue, elija su combinación de ingredientes y disfrute en pocos minutos de un plato rico y sano.
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