Chabe y su hermana Lola Soler, en la puerta del restaurante La Ferrera.
Son muchas las féminas que se han hecho con un merecido hueco en la alta gastronomía valenciana. Una de ellas es Chabe Soler, de La Ferrera. Chabe Soler es la chef ejecutiva del restaurante propiedad de su hermana, Lola Soler. Ubicado en primera línea de la playa de Pinedo, hace honor a su madre, ya que este restaurante es un homenaje póstumo a su recuerdo. Aunque Soler se licenció en Filología Hispánica su futuro no estaba entre libros, sino entre las cazuelas para plasmar la tradición culinaria de las mujeres de su familia. Inició sus estudios en cocina y tras pasar por los principales fogones de Valencia, pasó a llevar la cocina del restaurante Pata Negra. No obstante su pasión por la cocina, ligada siempre a los recuerdos y a la familia, motivó que hace dos años decidiera emprender junto con una de sus hermanas un proyecto propio: La Ferrera. En él desarrolla una cocina tradicional basada en el producto de mercado y pasado por el tamiz de las nuevas técnicas.
Para Chabe Soler la paella «es sinónimo de familia, es el recuerdo a los fines de semana en familia alrededor de una mesa. Son risas y amor y sobre todo, es la evocación al recuerdo de mi abuelo, ‘El Ferrer’ (herrero en valenciano) que haciendo gala a su oficio construyó un paellera casera de hierro para que en su casa nunca faltara la paella a leña», recuerda Chabe. Y en el restaurante La Ferrera tampoco falta. Eso sí, la paella se realiza por encargo porque se hace desde cero todo el caldo y toda la preparación, poniendo todo el mimo en que salga una paella de la máxima calidad. Además, la paella de La Ferrera también destaca por el uso de verduras de sus propios campos y unos productos de primera calidad que hacen que sea unas de las más destacadas del litoral.
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