Mark O’Neill
Lo primero que hay que aclarar es que el Orange Wine (Vino Naranja) no se hace con naranjas. Se trata de un vino blanco que en su evolución cambia de color. En realidad, muchos de los vinos encasillados en esta descripción no son exactamente de color naranja sino que su color oscila desde el dorado y el ámbar.
Lo que influye en qué color adopta finalmente el vino es la forma en la que se elabora. Por lo general, para hacer un vino blanco primero se prensa la uva y luego comienza la fermentación, período durante el cual, las uvas permanecen muy poco tiempo en contacto con el mosto. En los vinos naranja, las formas de elaboración están inspiradas en técnicas antiguas, en las que no se hacía diferenciación entre cómo elaborar un blanco y un tinto.
Antes de disponer de tanques de acero inoxidable y técnicas de fermentación a temperatura controlada, las uvas fermentaban con los hollejos en ánforas de barro o en barricas.
Hoy en día hay una tendencia creciente a recuperar las tradiciones, y entre otras tantas, se encuentra el uso de ánforas. No hace muchos años era fácil ver tinajas abandonadas en los viñedos o en las puertas de las bodegas. Sin embargo, hoy en día, hay una corriente retro que pone en valor esta forma de elaboración.
Cuando el mosto fermenta en contacto con los hollejos, este gana en complejidad y su color tiende a ser más profundo y más intenso. La pregunta que la mayoría de la gente se hace cuando ve un Orange Wine es si ese vino está en condiciones o tiene una falta. Algo razonable cuando estamos acostumbrados a beber vinos limpios de tonos muy claros. Los Orange Wines son un mundo aparte.
Hace tan solo una generación que el vino se servía en garrafas y la gran mayoría de los vinos blancos eran de colores dorados y anaranjados. Los Orange Wines de hoy en día, y objeto de este artículo, son una réplica de notable calidad y no es comprable a lo que antes se consumía.
El renacimiento de los Orange Wines tiene su origen en Italia hace alrededor de 10 años, desde donde, poco a poco, este tipo de vinos se ha ido popularizando y extendiendo hacia otros países. Salvo excepciones, la viticultura y enología aplicada a la elaboración de Vinos Naranjas es, generalmente, artesanal, con disponibilidad limitada y precios altos.
Muchas veces los Orange Wines se identifican con Vinos Naturales, aunque uno no implica lo otro. Cuando se trata de Vinos Naturales se presuponen técnicas de elaboración no intervencionistas que recuerdan a las elaboraciones del pasado, donde no existían cosas tan habituales hoy en día como la fermentación a temperatura controlada, los tanques de acero inoxidable, la prensa neumática y las levaduras seleccionadas.
¿A qué saben los Orange Wines? Aunque en gran medida dependerá del varietal utilizado, estos vinos suelen tener bastante personalidad, un estilo oxidativo, más cuerpo y notas a frutas deshidratadas como orejones, acompañados de nueces y especias con un final ligeramente amargo resultado de un contacto prolongado con los hollejos. Este tipo de vinos se recomienda servir fresco, pero no muy frío, ya que el frío ensalzará los tonos amargos por encima de la fruta.
Si alguna vez te animas a probar un Orange Wine, piensa que es un estilo un tanto alternativo y que requiere de cierta experiencia para poder apreciarlo. Desde luego, no es un vino para todo el mundo, pero te animo a que lo pruebes y sepas al menos de qué se trata.
Mark O’Neill, DipWSET fundador de TheWinePlace.es
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