6 octubre, 2020
Pedro R. Arias / @PedroRArias5b
La Cooperativa de Viver celebra sus treinta años de existencia por todo lo alto recibiendo el Premio CAE 2020 como Mejor Cooperativa de España en la categoría de Desarrollo Rural el pasado 1 de octubre. El reconocimiento fue otorgado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en el acto de clausura de la Asamblea de Cooperativas Agro-alimentarias de España de forma telemática.
El jurado destacó el compromiso de la cooperativa castellonense con su territorio, la diversificación de actividades que lleva a cabo, su apuesta por la incorporación de jóvenes y la participación de mujeres. Asimismo, se tuvo en cuenta otros importantes aspectos de la cooperativa como los servicios que ofrece a los socios y a la población y la apuesta por una variedad de productos de calidad, entre ellos su aceite de virgen extra de variedad autóctona, ‘Lágrima’, y una legumbre que están recuperando también de la zona, la Alubia del Confit.
El premio fue recogido por el presidente de la Cooperativa, David Carot, quien agradeció la concesión del galardón y destacó algunos de los puntos que han marcado la trayectoria de la cooperativa a lo largo de sus tres décadas de historia, hasta obtener un reconocimiento que hace años atrás no hubiera imaginado que podían alcanzar. “Agradecemos esta iniciativa que ayuda a visibilizar el cooperativismo. Este premio es de nuestros socios, trabajadores, clientes y de todas las cooperativas valencianas y de su federación”, resaltó Carot.
Cooperativas Agro-Alimentarias de España valora el desarrollo rural de las cooperativas españolas que fomentan las actuaciones de carácter social dirigidas en su entorno rural, iniciativas que persiguen la incorporación de jóvenes, nuevos servicios para socios, patrocinio de las actividades en la comunidad rural oportunidades de empleo, mejora de vida de colectivos desfavorecidos o bien estar en la propia comunidad.
La Cooperativa de Viver es un proyecto fundado en 1990 para agrupar a las pequeñas almazaras artesanales existentes en la población castellonenses y así poder poner en marcha una almazara moderna para elaborar aceites de oliva virgen extra de máxima calidad. Desde 2015, la cooperativa comenzó a recuperar la tradición vitivinícola del municipio en parcelas repartidas entre Viver, Jérica, Caudiel y Segorbe. Vinos criados en viñedos que van desde los 450 a los 700 metros de altitud de suelo arcilloso-arenoso o carcilloso-calizo y cuyo clima mediterráneo les otorga carácter y estructura sin perder su toque frutal y fresco.
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