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Gaspar: Bienvenidos al mundo de la imaginación y del buen comer

30 January, 2016

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José Antonio López
“Estamos en El Ensanche. Aquí tienes la biblioteca, aquí, a la derecha el telar, un poco más adelante la vinoteca y, para finalizar, el almacén”.

Estoy en el nuevo restaurante Gaspar, en plena Gran Vía Marqués del Turia 36-38. Dos números, dos puertas, dos ambientes… no, más de dos porque la sorpresa empieza nada más cruzar la puerta de entrada.

Hacía tiempo que no veía un canto más potente a la imaginación y al saber hacer. Desde que empezaron las obras de Gaspar algo me decía en mi interior que iba a ser un lugar distinto. He estado, de incógnito e incordiando más de una vez hasta que me encontré con que ya está abierto al público.

Antes me intrigaba, ahora, además, me sorprende. Este es uno de los locales que hay que verlos, Tal y como suena.

A la entrada, una gran barra perfectamente equipada no sólo de los elementos propios sino de pequeños detalles que te llaman la atención. Un poco más adelante, la explicación que me transmite mi anfitrión, Íñigo, el responsable, junto a un buen equipo de soñadores, decoradores y expertos en hostelería y gastronomía que han hecho realidad la idea de Gaspar.

“Representamos, en moderno, lo antiguo de la vida valenciana”. Me comenta Íñigo al tiempo que recorremos las salas llenas de libros. Admiramos los aperos antiguos de labranza, palpamos la textura de las telas, nos regocijamos con la selección de vinos y terminamos en el almacén.

La historia de Valencia.

Íñigo viene del mundo empresarial. Es de Bilbao “o sea de todas partes, puntualizo” y con ello viene la primera carcajada y el recuerdo de que, allá, en su tierra natal, parte de su familia se ha dedicado a negocios relacionados con la selección y distribución de alimentos y bebidas.

El gusanillo viene de allí y con él a Valencia donde vino hace ya muchos años y donde creó una estupenda familia apoyado por su mujer y afianzado por sus hijos, dos.

“Empecé a romper manos en La Mary, en Félix Pizcueta. Me atraía el mundo de la hostelería y quería empezar desde abajo, aprendiendo lo que hiciera falta y costara lo que costase.”

El salto ha sido tremendo. “Quería hacer algo distinto, divertido. Para todo tipo de público. Conseguir que la gastronomía no fuera algo aburrido, que aportase lo suficiente, en todos los aspectos, como para hacer felices a las personas que entraran en el restaurante”.

¿Realmente, sabes lo que tienes aquí? Pregunto como si el visitante fuera el propio dueño. Y es que conforme andas por las salas vas apuntando notas de los detalles y las novedosas incorporaciones al comedor. No hay nada en la mesa que no sirva para comer o que no se coma. Decoración sobria, por un lado, y tremendamente estudiada por otro. Luces creadas exclusivamente para cada uno de los ambientes y que, además, son cambiantes con arreglo al mediodía o la noche. Música en tiempos de in crescendo si lo requiere el momento o quedando casi opaca en otros. Un gran mecanismo de ruedas dentadas marca un tiempo inexistente.

Calor de hogar. Así de sencillo. Interpretación moderna de lo tradicional, así de complicado.

“La gastronomía ha evolucionado. Ahora, además, son espacios, ambientes. Un conjunto de elementos que hagan felices a las personas”.

Vuelve a su teoría porque cree, fielmente, en ella. He aquí su obra.

Estoy en la duda de que Íñigo me oculta algo. Dentro de una manifiesta humildad me niega una y otra vez sus conocimientos gastronómicos, pero, sin embargo, toma las riendas y desboca conocimientos cuando tocamos algún tema en concreto. Eso, no lo hace cualquiera y me parece, amigo, que te estoy cogiendo el punto.

“Me he juntado con el mejor equipo de profesionales para poder llevar a cabo este proyecto. Vicente, el jefe de cocina, me ha ayudado muchísimo a la hora de avanzar en nuestros distintos estilos de cocina y pasar un tiempo de rodaje donde nos hemos exigido a tope. Si queremos dar lo mejor hay que empezar por serlo nosotros”.

Y de la familia mantiene la teoría y práctica de que hay que seleccionar productos y proveedores que no fallen y que le garanticen la calidad por encima de todo. “Productos diarios de mercado que ya tratamos de forma diferente”.

“Nuestra cocina es internacional. Llenamos de olores y sabores cada uno de los rincones de nuestro restaurante. Tenemos platos para todos los gustos y para todas la exigencias, pero le damos un aire moderno, distinto. Es, como si pusiéramos a El Ensanche, al día”.

Y sale el nombre de Gaspar que es una representación de un valenciano que podría ser el dueño de todo lo que hay aquí…

Mientras hablamos la mesa se llena con un “vino familiar” y unas alitas de pollo junto a un pollo rebozado. “Cuidado que la salsa es picante y vade retro que lo es, pero, fíjense, que hasta el detalle de separar las alas se ha conseguido para que sea un bocado limpio y que no manche… es un detalle de otros muchos que tendrán ustedes que descubrir.

La carta es amplia e internacional.

Seleccionamos entre la gran variedad de ensaladas, la ensalada Thai de langostinos y la ensalada en el bote con ventresca de atún, entre otras cosas.

Como entrantes fríos nos quedamos con el tartare de aguacate y tomate con queso. Además, no podemos prescindir del tartare de atún rojo.

“Tenemos un proveedor magnífico de atún. Ya lo verás”.

Como entrantes calientes nos vamos al pollo rebozado, las alitas fritas (extraordinarias y picantes) los chipirones crujientes, el pulpo a la brasa

…que es el plato que llena nuestra mesa en este momento.

Me llama la atención la gran variedad de hamburguesas. Las hay y para elegir las que te apetezcan. Quedo con Íñigo en que es mejor que las vean ustedes porque de lo contrario nos dan las uvas describiéndolas.

Perdón.

Y llegamos a las comidas del mundo para seleccionar el Pad Thai (fideos con verduras y langostinos), el arroz meloso picante con merluza al horno, el Cordón Bleu de solomillo de Jabugo, el lomo salteado (Perú) la Picaña (Brasil) a la parrilla con Chimichurri

Hay que parar. Siguiendo las instrucciones de Íñigo, hemos compartido platos y es bueno elegir este sistema de disfrutar de la cocina de Gaspar y hemos probado los distintos sistemas de cocción, brasas incluidas, y la infinita variedad de especies que te transportan al séptimo cielo.

Me quedo con la frase de Íñigo “Todo es sentido común e ilusión. Lo mío es la máquina que mueve las máquinas”.

Lo suyo y lo de cualquier persona que ama lo que hace.

Restaurante Gaspar está en la Gran Vía Marqués del Turia 36, 38. Su teléfono de reservas es el 963 313 870.

No tiene menú especial al no ser para grupos, pero se puede comer y muy bien, a partir de los 20 € por persona.

Háganme caso. No se lo pierdan.

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2 comentarios en Gaspar: Bienvenidos al mundo de la imaginación y del buen comer

SON el 13 February, 2017 a las 10:59 am:

HOLA, BUENOS DIAS. GASPAR, DECIRTE QUE ME ENCANTO EL RESTAURANTE. ES UN LUGAR DONDE SE MEZCLA EN ENCANTO DE LA DECORACIÓN QUE TE ABRIGA A ESTAR, DE LA EXQUISITA COCINA Y UN 10 A LOS CAMAREROS……POR CIERTO, SERIAS TAN AMABLE DE DECIRME QUIEN HA SIDO EL PROYECTISTA DE TAN ESPECIAL DECORACIÓN….ME ENCANTA…
SONIA LOPEZ

Stylish el 26 February, 2017 a las 9:14 am:

Somos clientes asiduos de Gaspar, pero siempre nos poníamos en la barra y pedíamos las ALITAS con mucho picante.
Ayer cenamos en mesa y nos encantó!
El RISSOTTO está espectacular y el PULPOde ensueño y no digamos el BACALAO.
En fin nos encantó. Enhorabuena!!!

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