Tierra Bobal: y las bellas tierras altas se convirtieron en destino turístico

Tierra Bobal sigue dando pasos de gigante para cimentar un destino turístico excepcional con un relato que aúna lalas bondades de todo un territorio. Construir un destino basado en los cimientos que llevan en esas tierras siglos. La unión de las gentes de unas bellas tierras marcadas por la hoja roja de la bobal en otoño. Una imagen de postal que es capaz, por sí misma, de atrapar al que la visita. Un mar de viñas que dibuja un cuadro bellísimo en cada estación del año sostenido por la tradición vinícola que se remonta a hace 2700 años. Si a esto sumamos su belleza natural, con dos parques naturales en su territorio, marcado por los recovecos del río Cabriel, una gastronomía de enorme tradición y poso y unos cielos que han sido declarados especiales para la observación de astros, pues estamos ante un destino excepcional, difícilmente igualable.

Pero ese patrimonio siempre ha estado ahí. La cultura del vino siempre ha sido el motor de la comarca. Allí ha cincelado un precioso lienzo el río Cabriel a golpe de belleza y el paso de los años. Aunque es ahora cuando un movimiento de personas ha decidido que es momento de llamar a filas a los turistas, convencidos de que el destino no va a dejar indiferente a nadie. Una de esas personas es Cruz López. Pese a que huye de protagonismos y ama trabajar en equipo hombro con hombro.

Concierto de Julieta Venegas en el escenario “DOUtiel-Requena”. Patio de Armas de Requena.

«Este destino tiene tres pilares fundamentales. Por un lado, una cultura del vino que se remonta a hace más de 2700 años; un territorio con parajes naturales protegidos en casi un 40% de su extensión por figuras como la de Parque Natural o Reserva de la Biosfera, que atestiguan el valor medioambiental de esta tierra. De ahí el nombre de Tierra y Bobal, la uva que nos diferencia. Por último, aunque también muy importante, estamos certificados como destino turístico starlight, que pone en valor la calidad de nuestros cielos para la observación de astros», nos cuenta Cruz López, la pieza angular que dinamiza un proyecto único, desde la calma que produce ver que el relato ha calado. Sobre todo entre los propios habitantes de la comarca, que por fin se han convencido del potencial de su territorio y quieren presumir de él».

A todos estos ingredientes hay que añadir el patrimonio cultural. Contamos con yacimientos que atestiguan esa tradición vinícola de hace más de 2700 años como el de La Solana de las Pilillas en Requena, considerada la primera bodega con vocación comercial de la península ibérica. Además, Kelin en Caudete de Las Fuentes o El Molón en Camporrobles. Se le suman las bodegas subterráneas de los cascos históricos de Requena y Utiel, la variedad de deportes de aventura, especialmente los vinculados al río Cabriel y nuestra excepcional oferta gastronómica, completando una oferta patrimonial y cultural excepcional.

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