3 agosto, 2023
Texto: Mar Lafuente / Fotografía y vídeo: Fernando Murad y Laura Lázaro
Abrumados por la cantidad de chalets con espectaculares jardines y terrazas que hay en la localidad valenciana de La Cañada, llegamos al Restaurante El Vaixell. Allí, Tomás Montán nos abrió las puertas de su proyecto más personal y nos hizo sentir como en casa. Y qué complicado es eso. Pues sí, su chalet convertido en restaurante, su amabilidad y los sabores de su cocina casera consiguieron hacernos sentir como en casa. Allí pudimos disfrutar de una cocina de calidad con sabores de verdad, de la huerta y del Mediterráneo, que, además, pone en valor los productos ecológicos y de Km 0.
Tomás lleva prácticamente toda la vida trabajando en los fogones. El mundo de la gastronomía llega a su vida muy pronto; desde pequeño siempre se había sentido muy atraído por el olor que desprendían los bares a bravas, a sepia, a arroz a banda… a lo que fuese. Probablemente fue esto, sumado a que en su familia siempre habían cocinado su padre y su abuelo y que desde muy pequeño le había tocado cocinar en casa, lo que le impulsó a estudiar un Ciclo de Formación Profesional (FP) de la rama de cocina. Y acertó.
Mientras estudiaba y al terminar los estudios trabajó en diferentes restaurantes, donde pudo conocer todo tipo de cocinas, desde la tradicional valenciana hasta las más modernas. Pero fue al poco de acabar cuando su madre decidió comprar un chalet como inversión de futuro donde Tomás pudiese dar rienda suelta a su creatividad y disfrutar de un proyecto propio. Así nació El Vaixell, un restaurante con casi 20 años que apuesta por la comida casera y la tradicional, aunque no siempre fue así. Al principio decidió tirar hacia la alta cocina con influencia francesa, pero bastó poco tiempo para que eso cambiase. Cada vez le empezaron a llamar más la atención los productos autóctonos, porque “están más en sazón, en su punto, tienen un mejor coste y encima estás ayudando a los productores de tu zona y a poner en valor los productos que nacen en nuestras tierras”, asegura. Lo que le permite platos que, aunque son más sencillos, tienen más sabor y unas mejores cualidades organolépticas.
Esta apuesta por productos autóctonos y ecológicos les ha llevado a conseguir tres corazones ‘Molt de Gust’ que para Tomás han supuesto “una inyección de autoestima y de ánimo”. Molt de Gust es una marca de promoción agroalimentaria creada por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana para impulsar la promoción, el posicionamiento y el consumo de productos de calidad y ecológicos de la Comunitat Valenciana. Como forma de premiar y apoyar a los establecimientos que apuestan por estos productos, nacen los corazones, un reconocimiento que garantiza el origen y la singularidad de productos agroalimentarios, vinos y bebidas espirituosas ligados a un territorio único, el de la Comunitat.
Y es que en la carta de El Vaixell brillan los alimentos ecológicos y de proximidad. Esto mismo les permite ir cambiando la carta conforme a la temporada de los productos. En esta ocasión, prepararon dos versiones de pulpo de Valencia y otras dos de raya de la lonja de Jávea.
Pulpo a la plancha y pulpo seco, estas fueron las dos versiones. La primera es un clásico, primero se cuece y después se pasa por la plancha con un poco de sal y aceite, también ecológicos. Y la segunda fue el pulpo seco, muy típico de la Marina Alta y que se lleva preparando más de 2.000 años; para su elaboración lo secan en el ‘terrao’ del propio restaurante, después lo pasan por la llama del fuego y, para acabar, le añaden un chorrito de aceite. Ambos platos armonizados con un vino que nace precisamente en la Marina Alta: Renaix la Passió. Es un blanco de moscatel elaborado por el enólogo Oscar Mestre que demuestra la versatilidad de esta variedad autóctona de la zona, ya que siempre hemos relacionado que la moscatel es dulce y este rompe los esquemas siendo un blanco seco.
David y Goliat fue el vino que acompañó las dos versiones de la raya. Un tinto de la bodega Sexto Elemento que armonizó a la perfección con ambos platos, creando una auténtica experiencia gastronómica mediterránea, ya que nuestros paladares viajaron de la lonja de Jávea hasta Venta del Moro donde nace la autóctona bobal. El primer plato fue una raya a la plancha en frío con tomate del Perelló, cebolla, zumo de lima valenciana, aceite y un poco de sal. Una raya que te transporta a esos sabores tan frescos de la cocina mediterránea. La otra preparación es más clásica de la cocina francesa, ya que está pasada por la plancha pero con una mantequilla negra por encima con perejil picado, zumo de limón y judías verdes. Un plato mediterráneo con toque francés.
Cuatro platos sencillos, pero excelentes, que se pueden encontrar perfectamente este verano en la carta de El Vaixell. En agosto abren exclusivamente por la noche, aprovechando la bonita terraza del restaurante y con la posibilidad de disfrutar de un menú degustación. El resto del año ofrecen una carta de temporada más las sugerencias del día, que cambian a diario, y un menú de mediodía.
Si quieres disfrutar de una buena comida casera, sencilla, pero cargada de sabor, El Vaixell es el lugar perfecto.
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