Noche de Murciélagos: la madre de todas las experiencias

Texto: Pedro R. Arias / Foto y Vídeo: Fernando Murad y Vicent Escrivá

Si el enoturismo es crear experiencias singulares que los winelovers recuerden para siempre la Noche de Murciélagos de Bodegas Enguera sería la madre de todas las experiencias. Tomar un vino en el viñedo esperando la salida de los murciélagos de las casas nido, que forman parte del espectacular proyecto de la bodega para combatir con estos mamíferos voladores la polilla del racimo, es inolvidable.

«Las Noches de Murciélagos se han convertido en el proyecto de enoturismo más importante de Bodegas Enguera en la que mostramos todo el trabajo que hemos hecho para recuperar la población de murciélagos y trabajar con ellos como aliados para controlar las plagas de manera sostenible», señala Juan Ramón Iglesias, tercera generación de Bodegas Enguera. Cuenta el relato casi de memoria y, pese a ello, no le resta ni un ápice de pasión. Es un proyecto que ilusionó desde el primer minuto a cada componente del equipo de Enguera. Lo sienten como suyo. Han cerrado el círculo de manera magistral y un brillo especial en los ojos les delata.

«La idea surge de nuestro enólogo en 2014. Lo comenté con mis hermanos y rápidamente entendimos que queríamos hacer algo más. Algo que estuviera por encima del cuño de ecológico, sino ser capaces de crear un contenido cultural que estuviera disponible para todo el que quisiera conocerlo y que ayudara a comprender los desequilibrios a los que el ser humano lleva a la naturaleza. Y como también, el ser humano, puede poner granitos de arena para devolver el equilibrio», señala tranquilo y sosegado, a los pies del viñedo de Casa Corones, en Fontanars dels Alforins, sujetando una copa de Aliats Blanco. Y es que el proyecto caló tanto que tiene hasta su propia saga de vinos: Aliats o «Los Aliados», con una etiqueta obra de Neil Adams, uno de los ilustres dibujantes de Batman. ¿Alguien da más?

La Noche de Murciélagos comienza al atardecer, con una cata de vinos y un picoteo en la bodega. Cuando se acerca el anochecer los invitados se desplazan al viñedo para ver la espectacular salida de murciélagos de las casas nido construidas para el proyecto. Es un momento único.

En esta ocasión el evento se centró en Las Añadas de España, Leblosen, y todos sus clientes. La relación de la firma que dirige Pablo Bacete con la familia Iglesias viene de muy lejos. Han caminado juntos más de dos décadas y tienen un vínculo que va mucho más allá de lo profesional. Bacete y su equipo aprovecharon la ocasión para invitar a sus clientes y amigos de la restauración, pues son una de las distribuidoras más importantes de la Comunitat Valenciana, con un porfolio de bodegas tremendamente seleccionado. “Nuestro portfolio no tenía bodegas valencianas y con Enguera surgió un amor a primera vista. Desde entonces hemos caminado juntos estrechando esos lazos”, recuerda Pablo Bacete.

Y así pasó la velada. Los vinos y las tapas se sucedieron, como las conversaciones y los brindis. Y fue cayendo el sol… y todos juntos caminaron al viñedo para ser testigos de “la madre de todas las experiencias”… y salieron els «aliats» y se hizo el silencio.

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