Vinorte: ilusión, vida y morriña, pilares de un winebar excepcional

Texto: Jaime Nicolau / Fotos y Vídeo: Fernando Murad y Vicent Escrivà

Uno de ascendencia gallega. La otra gallega de pura cepa. Casados y residentes en Valencia. Esta es la carta de presentación de César Martin, sin acento leen bien, e Iria Lado. Ambos soñaban un proyecto que fuese capaz de aunar toda la historia de su familia. Dieron vueltas por otros proyectos pero el sueño se repetía cada noche. Una oportunidad se abrió en el horizonte y no lo dudaron. Vinorte es el resultado. Como dirían algunos… posiblemente el mejor «winebar» de Valencia.

Se conocieron estudiando dirección hotelera en Santiago de Compostela y la pandemia aceleró sus sueños. «Teníamos varios bussiness plan de proyectos que nos gustaría hacer durante de nuestra vida. En el confinamiento le dimos muchas vueltas y decidimos echar para adelante el de un winebar al que a nosotros nos gustaría ir como clientes», señala César como punto de comienzo. En julio de 2022 levantaron la persiana de Vinorte. El nombre no tuvo demasiada discusión. Primero por hacer un homenaje a los orígenes de Iria y de la familia de César. Después para continuar el legado del restaurante Norte que los padres de César regentaron durante muchos años a pocos metros del emplazamiento del winebar. Llegó a ser un asador de referencia en la ciudad. Por último, le añadieron la palabra Norte. «El vino es una de las pasiones de mi vida. Me encanta conocer proyectos con alma y traer los vinos a Vinorte para que los disfrute la gente. Iria me siguió en esa pasión, además de que es muy buena en el trato con el público. Así que lo tuvimos claro», nos explica César mientras abre una copa de Safrà, de Pablo Calatayud.

La conversación nos lleva a buscar el origen de esa pasión de César por el vino. La elección del vino que acaba de servir no es casualidad. César tiene devoción por tres personajes del vino valenciano: Pablo Calatayud, Toni Sarrión y Pepe Mendoza. «Recuerdo días fantásticos de niño con mi padre preparando asados en casa de Pablo, Toni o Pepe. Tenían y mantienen una relación muy especial. Yo me dedicaba a escuchar porque vivían el vino con mucha pasión». César se levanta y se marcha a la «rebotica». Sale con joyas que harían emocionarse a más de uno. Añadas «únicas» de Quincha Corral, Santa Rosa o Maduresa de esas que escriben la historia del vino valenciano.

Y esa pasión es la que han trasladado a Vinorte. Un proyecto con alma en el que encontrarás, como si nada, una selección de 20 generosos, 20 vinos tranquilos y una excepcional carta de vinos dulces. Referencias que rotan de manera dinámica y natural. Siempre con algunas referencias valencianas. Pero también gallegas, cómo no… y viajes mucho más lejanos.

Vinorte es un sitio para desconectar y disfrutar en compañía. Es la esencia del vino, un producto capaz de generar momentos de felicidad en torno a una copa. La oferta la complementa una selección gastronómica que va desde quesos artesanos del Mercado Central al «laterío» selecto de Nosa Batea y numerosas propuestas fuera de carta.

Así es Vinorte. Un espacio nacido de un sueño. Un sueño compartido. El de César e Iria. Un winebar con el alma por el que ya gatea la futura generación jugando entre corchos. Ilusión, pasión, vida y morriña agitadas en una coctelera para dar forma a un winebar único… posiblemente, el mejor de la ciudad.

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