22 marzo, 2023
Vegamar ha apostado por un nuevo restyling de su ya conocida gama Huella de Vegamar, con dos tintos, un blanco y un rosado: Huella de Syrah, Huella de Garnacha, Huella de Merlot Rosé y Huella de Merseguera. Los cuatro, con una imagen fresca y actual, transmiten la dedicación del cultivo y la recolección del vino. Son la marca del esfuerzo humano, el mimo y los cuidados puestos en la viña, la perseverancia del trabajo diario para conseguir la excelencia en los procesos y conseguir el mejor rendimiento de la vid, para extraer la mejor calidad en cada racimo de uva.
Huella de Syrah representa la huella de la constancia, los pasos recorridos y los que quedan por recorrer: ‘la pisada’. Esta habla de los pasos y el recorrido de las personas a lo largo de todo el proceso de cultivo, desde la poda renovada hasta la recolección de los frutos de la vendimia. En definitiva, la huella del seguimiento y del esfuerzo dedicado a la viña durante todo el año.
Color: rojo intenso con reflejos amoratados.
Aroma: de intensidad alta, combinando el aroma de fruta roja madura con un fondo balsámico y ligeros recuerdos de regaliz.
Boca: es amplio, suave, aterciopelado con buena estructura de tanino madura y elegante. El final en boca es fresco y largo.
Un vino ideal para armonizar con un arroz al horno, carnes rojas y diferentes embutidos.
Por otro lado, Huella de Merlot Rosé es la huella experta, el estímulo para el renacer de los brotes: ‘las tijeras de la poda’. La poda representa la huella del viticultor, imprescindible para el cultivo de la uva, la calidad del vino y el surgimiento de los nuevos brotes. En conclusión, es la huella del conocimiento, de la mano experta que da forma a la planta y que define su rendimiento.
Color: rosáceo anaranjado muy pálido.
Aroma: de intensidad alta, recuerdos de fruta roja, fresca y madura sobre un fondo ligeramente lácteo.
Boca: sabor amplio y lleno, con un buen peso de fruta y acidez en el final de boca.
Este rosado es el compañero ideal para aperitivos con entrantes y jamón de bellota, quesos suaves o arroces de verduras y de pollo y conejo.
La vendimia es una parte importantísima en el proceso de creación del vino y esto es de lo que habla Huella de Merseguera, es los frutos en perfecta sincronía: ‘el cesto’. Este habla de la recolección de los frutos de forma manual. Es la huella de la mano de los vendimiadores, del esfuerzo físico acarreando la uva y del trabajo en equipo.
Color: amarillo verdoso cristalino.
Aroma: de intensidad alta, con recuerdos a fruta fresca, madura y con ligero matiz floral.
Boca: buena textura, sabroso, con peso de fruta y acidez fresca en el final.
Es la elección perfecta para maridar con arroces de pescados, mariscos y verduras a la plancha.
Y el cuarto, Huella de Garnacha, hace referencia a la huella del fruto, al resultado del esfuerzo y del esmero: ‘el racimo de uvas’. Representa la huella del fruto, la culminación del esfuerzo humano a lo largo de todo el proceso, además de ser el reflejo del resultado de todos los pasos dados en el cuidado diario, de la forma de la poda y de la recolección en la vendimia.
Color: rojo rubí con reflejos morados.
Aroma: de intensidad alta, con mucho aroma de fruta roja, grosella, compota de fresa, buena complejidad y con ligero recuerdo de madera de roble nuevo.
Boca: carnoso, lleno y estructurado. Tanino suave y redondo con acidez equilibrada.
Este vino es idóneo para tomar con arroces de carne, embutidos de cerdo a la brasa y carnes rojas.
Cuatro vinos únicos y agradables de beber en cualquier ocasión. Si quieres un vino que te haga sentir, un vino que no olvidarás, cualquiera de la gama ‘Huella de Vegamar’ te dejará huella.
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