Jorge Srougi: «La esencia y la singularidad son clave para conquistar países»

Jaime Nicolau

Si complejo es el trabajo de los enólogos en la búsqueda de vinos que sean capaces de abrirse hueco en el mercado, el siguiente eslabón en la cadena lo conforma el equipo comercial. Es un papel fundamental y que requiere de una preparación notable. Por un lado, conocer el producto desde la esencia y estar en conexión directa con los enólogos. Por otro, conocer los mercados, las tendencias, las singularidades de cada país, de cada cliente.

Hoy nos centramos en esa figura en Grupo Coviñas, personalizada en Jorge Srougi, subdirector comercial. La cooperativa de segundo grado ubicada en Requena alcanza ya una producción cercana a los 16 millones de botellas y se ha convertido en el motor económico de una comarca de enorme tradición vinícola, pues en ella se elabora vino desde hace 2700 años. Sus vinos están presentes en más de 30 países, en los cinco continentes. «Se dice que cada dos segundos se abre una botella de Coviñas en algún rincón del mundo», nos explicaba Jorge en una entrevista para ilustrar la magnitud que ha alcanzado la cooperativa. Srougi señala la clave de este éxito en que «la esencia de Coviñas es muy fácil de contar. Coviñas tiene verdad y da igual si la cuentas en Japón, Bélgica o Alemania. Tenemos 3000 familias detrás de nosotros, miles de hectáreas de viñedo propio, 10 cooperativas elaborando vinos de una excelente calidad-precio que conseguimos llevar por todo el mundo».

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