10 octubre, 2015
Hablar de Bodegas Enrique Mendoza es hacerlo de uno de los más claros referentes de la viticultura mediterránea. Se trata de un proyecto familiar en el que cada una de sus piezas juega un papel vital en la firma. Hoy nos centramos en la persona que ha revolucionado la firma desde la viticultura: Pepe Mendoza. Porque además de enólogo, Pepe adora la viticultura como el camino perfecto para sacar la máxima personalidad del terruño en sus vinos.
Con esta pequeña introducción ya tenemos casi establecidas las coordenadas en las que se mueve este enólogo (y viticultor) alicantino. Pepe vive con pasión el campo, en el que trabaja con una meticulosidad suprema durante todo el año. Es tal su pasión que incluso ha acuñado el término ‘vitilocura’ para referirse a este ámbito en el proyecto de Enrique Mendoza.
Y no le falta razón. El mayor porcentaje de acierto en la elaboración de un vino está en la viña. Y cuanto más se ‘mime’ el proceso, mejor producto llega a manos del ‘Pepe enólogo’ para acabar de redondearlo en la bodega. Y todo aquel que visite Bodegas Enrique Mendoza se emparará de esta filosofía y saldrá ‘enamorado’ del trabajo de la familia Mendoza y de sus vinos. La ‘vitilocura’ engancha y crea adicción.
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