4 mayo, 2022
Jaime Nicolau / Fotos: Fernando Murad
Llueve estos días en las tierras altas del interior de la provincia de Valencia. El agua, aunque nunca llueve a gusto de todos, da una belleza singular al paisaje. Camino del nudo que ata tres tierras (Teruel, Cuenca y Valencia) emerge poderosa la Finca El Terrerazo. El agua hace todavía más bella su figura. Es el hogar de Mustiguillo. Es el templo en el que Toni Sarrión cocina desde la década de los noventa algunos de los mejores vinos que se hacen en España.
Y caen las gotas. Sigue lloviendo, pasan los días, los meses, los años… y allí sigue impasible e imponente El Terrerazo y junto a él también Finca Calvestra. Y lo mejor, allí sigue Toni Sarrión sentando cátedra, ajeno a las modas, negándose a vivir al ritmo que le marquen. Cada paso se da despacio, sin prisa, bien pensado, bien meditado, bien madurado. Así ha sido estas dos década y media y no va a dejar de ser una de las señas de identidad de Mustiguillo nunca. Porque Mustiguillo es Toni y esa es su filosofía.
Tal y como venimos contando estos días, se acaban de publicar los “Puntos Parker” como parte del artículo Spain, Central and Mediterranean Spain: Here Comes the Sun – escrito por Luis Gutiérrez en The Wine Advocate, “Lo que gente como Mustiguillo, Pepe Mendoza, Celler del Roure y Casa Castillo ha hecho por el Mediterráneo no tiene precio. Como dice la famosa canción de Joan Manuel Serrat, todos cantan a pleno pulmón «nací en el Mediterráneo». Estoy muy orgulloso de todos ellos”, afirma el crítico para España de Robert Parker. Pues eso, que Toni y ese grupo de amigos que soñó con hacer algo grande mientras recorrían las zonas vinícolas del mundo hace casi 30 años lo han conseguido.
Y es ahí cuando sobran las palabras. No es Toni muy volátil al tema de las puntuaciones. Repite constantemente aquello de que el foco debe estar en el cliente, en aquel que disfruta el vino. Aún así toca ser justos, no sólo por las excelentes puntuaciones que un año más cosechan los vinos de Mustiguillo entre la crítica más importante a nivel mundial, sino por la enorme regularidad que demuestran todos sus productos añada tras añada desde veintimuchas. Y el primer dato que refuerza esa regularidad es que todos los vinos de la firma están por encima de los 91 puntos. Todos sin excepción.
Pero dentro de ese enorme éxito, del que muy pocos pueden presumir, hay que hablar de los 93 puntos de Finca Calvestra, La Garnacha y Pela Roques. Seguiríamos con los 94 de Finca Calvestra Margas 2017. Un pasito más, 94+ para Finca Terrerazo, el enorme tinto de bobal de la casa, y 95 para la ópera prima Quincha Corral, que solo se elabora las añadas excepcionales. Un canto coral sin parangón. Un «nací en el Mediterráneo» a pleno pulmón, como escribe Luis Gutiérrez.
Y sigue lloviendo. El tiempo parece parado. Pero no es así, avanza, pero al ritmo que marca Toni Sarrión.
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