18 abril, 2022
Pedro G. Mocholí
Está claro, y lo he visto a lo largo de las visitas que he ido realizando a Madrid en los últimos 45 años, que lo que encuentras aquí no lo encuentras en ninguna otra de las ciudades de primer orden en España.
Si en cocina regional encuentras un muestreo del territorio gastronómico nacional, no menos importante y variado lo es a nivel internacional, en el que ves desde hace años una gran representación de cocinas asiáticas, sudamericanas o árabes.
La última cocina que ha llegado a la capital con una magnífica representación ha sido Nômadâ, una jaima que se ha abierto en la calle Serrano, 41, representando la típica estancia árabe en el desierto.
Acogedor y muy hospitalario encontramos este espacio gastronómico que nos traslada al mundo de Las mil y una noches, donde el empresario hostelero Kike Sierra ha acometido la revitalización de este edificio, que conserva la más pura arquitectura brutalista; es decir, que deja a la vista del paseante los elementos originales de la construcción, sobre todo el hormigón, siendo uno de los pocos edificios que guardan en Madrid estas características.
Situado en las Galerías Serrano, también forman parte del proyecto el Bar Carallo, y en unos meses se incorporará Astro.
Los platos que encontramos en su carta reflejan a la perfección las raíces de la cocina árabe. Al tiempo que cenamos podemos disfrutar de sus tradiciones, gracias a los bailes y performances en directo.
Podemos comenzar con una surtida oferta de cócteles; Sumatra, Ceylán, Beirut o Palmira son una pequeña muestra de la variada oferta de combinados que encontramos nada más nos sentamos en la mesa.
Si no eres un experto en comida marroquí o árabe, es bueno dejarse llevar o asesorar por el jefe de sala o por alguna de las amables camareras que atienden en sala.
Para comenzar qué mejor que un par de frescas ensaladas como pueden ser la Tabulé: cebolla, tomate, perejil, sémola de trigo, aceite y limón. Una más especiada como la Baba Ghanoush elaborada con berenjena asada con pimiento verde, pimiento rojo, limón y granada.
Los hummus son otra de las especialidades de Nômadâ. Encontramos seis tipos: Tradicional, Rose, Zaatar, Pesto, Mudakan y Har, por lo que les recomiendo que pidan el surtido de hummus, y así podrán llevarse la magnífica sensación de haberlos degustado todos. Hay que reconocer el gran equilibrio en todas las elaboraciones, en un mundo tan complejo como es el especiado, encontramos todas las cremas muy refinadas y ricas.
A mitad de la velada, una bailarina ameniza la estancia y nos descubre varios bailes típicos de los países árabes, un deleite para el comensal.
Continuamos con los falafel, las croquetas hechas con verdura, cebolla, perejil y salsa tahini, con un perfecto punto de fritura excelente, crujiente y nada aceitosas.
Para finalizar nos volcamos con las especialidades cárnicas, donde el equilibrio y el conseguido punto nos transportan a unos bocados jugosos y persistentes.
Shish Kofta, pinchitos con mezcla de carne de cordero y ternera halal, elaborados al carbón. Y el Phaki; pollo relleno de espinacas con huevo cocido y especies arábicas.
Por supuesto, hay que reservar un hueco para los dulces, otra de las especialidades de Nômadâ.
Nômadâ. C/ Serranos, 41. Tel.: 630 656 961. Madrid.
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