17 marzo, 2022
Mar Lafuente / Paula Jiménez, Vicent Escrivà y Fernando Murad
Macedonio Sánchez ayudó a su padre a inaugurar lo que hoy es Bodega Fila, un local que se ha convertido en un templo para muchos, tanto jóvenes como adultos. Situada en una de las avenidas más concurridas de la ciudad de Valencia, en la Avenida Manuel Candela, Bodega Fila ha conseguido posicionarse como un lugar de referencia para todos aquellos que quieren disfrutar en compañía de embutidos, jamón, quesos, vinos y tradiciones que cada vez son más difíciles de ver, como el porrón o el vino a granel.
El actual propietario de Bodega Fila, Macedonio Sánchez, fue el encargado de recibirnos y abrirnos las puertas de lo que lleva siendo su casa casi 50 años. Tenemos que remontarnos hasta entonces para conocer los orígenes de este local tan peculiar. “Empezó siendo una tienda tipo ultramarinos con servicio en barra para los vecinos”, nos contaba Macedonio. Poco a poco empezó a coger más forma de taberna o bar que de tienda, pero al no estar preparada para tener cocina, servían olivas, cacahuetes y conservas en lata, además de bebida, sobre todo vino. El paso más grande llegó cuando un amigo y cliente habitual le propuso empezar a servir embutidos, quesos y jamones, una idea que gustó mucho a Macedonio y, por supuesto, a sus clientes.
Bodega Fila, ‘Fila’ en honor al nombre de su padre, después de muchos años, cambios y transformaciones, ha conseguido consolidarse como un local en el que se sirven tapas frías y bebidas que triunfa entre las personas que quieren pasar un buen rato en compañía y con buen ambiente. Desde los jóvenes hasta los más mayores ocupan sus mesas, pero dependiendo del horario nos encontramos con una franja de edad u otra. Por las mañanas reinan los bocadillos entre los jubilados o los trabajadores que paran a almorzar, y por las tardes predominan las tapas en plato que tanto les gusta a la gente joven que suelen ser estudiantes por su ubicación cerca a la zona universitaria. “Hay muchos de por la mañana que algunas veces vienen por la tarde, pero los que vienen por las tardes no suelen venir por las mañanas”, ha asegurado el propietario de Bodega Fila.
“Bodega Fila está llena seguramente por los precios y por la publicidad que me ha hecho la gente, el boca a boca se ha ido corriendo”, nos contaba Macedonio cuando le preguntamos cómo consigue exitosamente tener siempre las mesas llenas. Nos aseguraba que hace 30 años era prácticamente inexistente para los valencianos, únicamente la conocían los estudiantes que venían de fuera para estudiar en Valencia.
Esto ha ido cambiando con los años y aunque ahora también son muchos los estudiantes que van a Bodega Fila, también los valencianos. Desde Jamón, queso, embutidos, atún, anchoa y caballa (en formato bocadillo o plato), pasando por sus largas estanterías de vino, hasta tradiciones como el porrón o el vino a granel son los productos que disfrutan los clientes entre las paredes de Bodega Fila.
Una de las cosas que más llama la atención al entrar por la puerta son sus grandes estanterías llenas de vino. De la zona de Galicia, Valencia, Jumilla, Rioja o Rueda suelen ser los vinos que están presentes en esas largas estanterías de las que los clientes pueden comprar directamente la botella a un precio o abrirlas para tomar en la mesa.
También llaman la atención las grandes barricas de vino a granel. Conforme han pasado los años han ido desapareciendo estas tradiciones de tomar vino a granel, “cada vez son menos los que piden”, asegura Macedonio, pero sigue haciendo una gran apuesta por este producto. Tras la pandemia se le estropearon varias barricas, por eso ahora va a comprar algunas más pequeñas para ir rellenándolas cada semana y tener servicio y no perder la tradición. Y si hablamos de costumbres, también sigue apostando por el típico porrón del que se puede beber vino o cerveza.
Nuestra visita a Bodega Fila terminó con un brindis de Macedonio “por la continuidad de la bodega en pleno apogeo”. Un lugar que, mientras él esté, seguirá apostando por las tradiciones, los embutidos, el jamón y las conservas, pero, sobre todo, en el que el disfrute seguirá siendo el protagonista.
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2 comentarios en
Juan Mari de Romo el 13 marzo, 2022 a las 12:52 pm:
Un lugar entrañable donde no te sientes forastero por la amabilidad como te tratan y sobretodo por las cuadrillas que allí «consumen»
Un abrazo a esa gran familia
El Pollo el 14 marzo, 2022 a las 11:56 pm:
Ufff… La conocí en la época estudiantil por las tardes donde aún su padre pasaba el vino de las grandes barricas a las pequeñas con una bombardeo de extracción. Grandes recuerdos y sobre todo los recuerdos de gente que aún compartimos nuestra amistad. Es extraño que a lo largo del año no le haga una visita a Mace, porque recordar es volver a vivir. Gracias por tratarnos tan bien y que podamos disfrutar durante muchos años de sus servicios.