11 noviembre, 2021
Jaime Nicolau / Fernando Murad
Al final será el próximo 16 de noviembre el día en el que Cosme Gutiérrez deje la presidencia y el consejo regulador de Vinos de la DOP Valencia tras 48 años formando parte de él, los últimos 12 como presidente. Es una voz, por tanto, muy autorizada para, a través de su trayectoria, recorrer la historia moderna del vino valenciano y el paso del granel al embotellado de calidad. También es momento de analizar por qué su querida DO Valencia vive hoy un reconocimiento excepcional y se ha convertido en la segunda DO más exportadora de España de vino tranquilo, por detrás únicamente de La Rioja.
5barricas.- ¿Cómo llega Cosme Gutiérrez al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valencia hace 48 años?
Cosme Gutiérrez.- Mientras impartía clases en la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales en la parte práctica de física, un profesor de allí, que también trabajaba en el Laboratorio Agrario Regional de Levante, dirigido entonces por Don José García de La Cuadra (que era a su vez secretario general de la DO Valencia), me comentó que el Consejo Regulador estaba buscando una persona universitaria y a ser posible químico. Me presenté, hice una entrevista y el me dio la Ley del Estatuto de la Viña del Vino y los Alcoholes, y me dijo estúdiala y en una semana nos vemos. Así lo hice, volví y me dijo siéntate ahí y me respondes a estas preguntas. La verdad es que había estudiado (ríe). Al terminar me indicó que por su parte había respondido muy bien, le parecía una persona idónea, con la titulación que ellos requerían y que había que ir a hablar con el Presidente de la Denominación de Origen, don Eduardo Aristoy, que era también el delegado del Ministerio de Agricultura. Y me dijo: «Si el secretario considera que usted es apto yo no tengo nada que objetar. Si trabajamos bien este puesto es para toda la vida», me comentó. Y así ha sido. Entonces tenía 29 años.
5b.- ¿Química por vocación?
C. G.- Me gustaba mucho la física y química. Se me daba muy bien. Entonces mi hermano mayor estaba haciendo aquí Agrónomos y yo me vine a Valencia para realizar el PREU. Me matriculé en la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales. Yo soy alicantino de nacimiento, de la Vega Baja del Segura, concretamente del municipio de Almoradí.
5b.- En esa primera época, en el 73, ¿entras en el Consejo en calidad de qué?
C.G.- En calidad de inspector. La primera faena fue comenzar a hacer el Registro Vitícola y firmar los certificados de exportación, que era entonces prácticamente todo a granel. De inspector pasé a jefe de los servicios técnicos. En el año 1985/86 se me aplicó la Ley de Incompatibilidades del Ministro Moscoso y tuve que elegir. Dejé la enseñanza porque me gustaba más el mundo del vino. Después de la elección del anterior presidente, este me propuso para ocupar el cargo de secretario general, al cesar el anterior. Cuando me iba a jubilar me pidieron varias bodegas que me presentara a presidente. Les dije que me dejaran un día o dos para pensarlo. Lo hablé con mi mujer y con mi familia, y para mí fue un honor aceptar este cargo.
5b.- ¿Fue una elección de absoluto consenso en el sector?
C.G.- Así es. Ni me había planteado ser presidente porque pensaba que buscarían a una persona de otro perfil diferente al mío. Pero vinieron a proponérmelo cuatro o cinco cooperativas y tres o cuatro exportadores e incluso uno de ellos, tomando un café, ya me dijo si tú te presentas mi voto ya lo tienes en la urna. Y eso para mí también fue una alegría muy grande.
5b.- ¿Ha sido esa elección por consenso de una persona técnica el secreto del éxito de la DO Valencia?
C.G.- Hombre no lo sé, recuerdo que en lo años 80 se acordó que cuando se renovara la presidencia entrara como presidente una persona que no tuviera bodega ni relación con ninguna y, por tanto, intereses. En una palabra, que el presidente fuera una persona técnica con conocimientos de Enología y Viticultura.
5b.– Una de tus luchas ha sido siempre la carta de los restaurantes. ¿Siempre creíste que se podía ganar terreno en las cartas a otros vinos con más renombre?
C.G.- Ha sido una de nuestras batallas en estos 12 años de presidente. Ahora mismo es una alegría ver la carta de restaurantes importantes llenas de referencias de Valencia, pero también de Utiel-Requena y Alicante. Como tiene que ser. Cuando entro a un restaurante y veo dos o tres botellas de vino de la DO Valencia en las mesas se me pone la piel de gallina. Es como si el vino fuera mío. Ha sido un trabajo duro y constante en el que ha influido mucho la promoción, pero también la formación. Llevamos muchos años formando a los profesionales de la sumillería con el Máster de Sumiller de Vinos Valencianos, con un rotundo éxito. Esos profesionales son el punto de unión con el cliente final.
5b.- ¿Crees que habéis logrado situar Valencia como una marca de referencia a la hora de consumir un vino?
C. G.- Creo que lo hemos conseguido aunque todavía nos queda camino por recorrer, pero ya vemos como cada vez es mayor el número de personas que consumen ‘Un Valencia‘.
5b.- ¿Qué logro es el que más satisfecho te deja?
C. G.– Yo creo que los datos que mejor explican el crecimiento en estos 12 últimos años, es estar en el TOP de las DO españolas en volumen de embotellado, y entre las tres primeras en exportación. Pero teniendo en cuenta que entre las tres primeras está el cava, que no son vinos tranquilos, somos la segunda DO más exportadora por detrás de Rioja. Y esto solo se consigue con trabajo. Es el trabajo bien hecho. Lógicamente el Consejo Regulador pone su granito de arena, pero todo es gracias a los viticultores, a las bodegas y a los enólogos. Gente joven, muy bien preparada, y que saben hacer vino, hasta incluso cuando nos enfrentamos a una cosecha más complicada debido a la climatología. Como presidente del Consejo Regulador también quiero agradecer el esfuerzo de todo el equipo humano que trabaja en él, especialmente a la secretaria general , Mari Carmen Martínez a quien tuve la suerte de elegir para ese cargo.
5b.- En todos estos años has visto gobiernos de todos los colores pero, más allá de partidos, ¿con qué personas te quedarías por su gestión?
C. G.- Yo recuerdo con mucho cariño a Luis Font de Mora porque creo que fue un gran conseller. Fue una gran persona, incluso cuando dejó de ser conseller venía a visitarnos por nuestra sede. Pero la época más bonita y que recuerdo con más cariño fue la época de Maritina Hernández y el equipo que tenía, porque muchas de esas personas venían del sector del vino, como Vicente Riera o Marta Valsangiacomo. Creo que trabajaron mucho para el bien del sector, con honradez, con seriedad y con voluntad. Maritina no faltaba a ningún acto organizado por los diferentes consejos reguladores. Fue una gran consellera y se preocupó mucho por el vino, así como el resto de productos agroalimentarios. A los gobernantes actuales no he podido casi conocerlos, por ejemplo con la consellera nos hemos reunido una sola vez. Fue muy sincera con nosotros, nos dijo lo que pensaba, hecho que me pareció muy bien. Solo tengo mal recuerdo de un político que creo que ha hecho mucho daño, sobre todo a la DO Valencia, pero me reservo el nombre. Cuando la política se mete por el medio, las cosas no suelen salir bien y esta persona se metió hasta el fondo, hasta lograr perjudicar a la DO Valencia, a los viticultores y bodegas, e incluso, diría a todo el sector. Las diferencias que hoy separan a las tres Denominaciones de Origen valencianas se podían haber solucionado con reuniones y diálogo, que es lo que hemos venido haciendo muchos años atrás, durante los cuales los Plenos de las tres denominaciones de origen acordaron el trasvase de hasta el 30% de la superficie de Alicante y Utiel-Requena a Valencia, que venía desde finales de los años 80 y principios de los 90, lo que dio lugar a la incorporación de los territorios en el Reglamento de la DO Valencia desde 1995. Mi pregunta ahora, después de esta ruptura sería una: ¿quién sale ganando? Mi respuesta también es una: perdemos todos y especialmente los viticultores, que pierden una vía importante para seguir comercializando sus vinos. Quiero recordar a todos que una denominación de origen es una figura de calidad totalmente voluntaria. Hay más de una treintena de bodegas entre Utiel-Requena y Alicante inscritas, repito, voluntariamente, en la DO Valencia. Esa relación de bodegas es pública, y accesible a todo el mundo. Y creo que más de uno al visitarla, se encontraría con alguna sorpresa.
5b.- Volvamos a los momentos bonitos de estos años. ¿Qué te han dicho las bodegas desde que anunciaras que no te presentas a la reelección?
C.G.- Me dicen cosas que me emocionan. Tengo cientos de e-mails, mensajes, llamadas e, incluso, cartas. Mira te leo esta, que no sé ni de quién es (coge la primera de un montón inmenso), pero sirve para que te hagas una idea: «Ha sido un placer y un honor compartir este tiempo contigo. He aprendido mucho de ti. Profesional, entrega y mentalidad constructiva, positiva, cercana. Has convertido en mejores personas y profesionales a todos los que hemos estado cerca tuyo: la verdad considero una enorme suerte que hayas sido nuestro presidente estos años». Los vinos de la DO Valencia han sido, son y serán mi vida. Jaime, me voy con una pena muy grande, yo estaría toda mi vida. Pero pienso que uno debe saber cuándo debe retirarse y considero que ahora es el momento. El Consejo ha sido mi vida, no lo puedo olvidar, ni lo olvidaré jamás; lo bien que se han portado conmigo, y yo, por mi parte, he procurado también, portarme lo mejor que he sabido con todos. Y esa es la satisfacción con la que me voy… No digo una adiós, sino un hasta siempre (añade antes de que las lágrimas le produzcan un nudo en la garganta).
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