18 agosto, 2015
Requena es tierra de vinos y cavas. Situada en el corazón de la Denominación de Origen de Utiel-Requena, la localidad del interior de la provincia de Valencia cuenta con el segundo término más extenso de España. Es por eso que el potencial de la ciudad y el de su sector vinícola es el gran motor de la economía de la comarca y uno de los pilares del vino valenciano.
Ahora que se acercan las fiestas grandes de la localidad que albergan una nueva edición de Ferevin (Feria Requenense del Vino) queremos hacer un repaso por los tintos más destacados que los visitantes pueden degustar en esta muestra, elaborados todos los que hemos elegido con la autóctona bobal. Y es que esta variedad autóctona vive uno de sus mejores momentos en lo que a reconocimiento de la crítica se refiere, tras muchos años relegada a un papel secundario en los vinos a granel.
Empezaremos por un clásico que ha ‘democratizado’ la bobal con una ajustada relación calidad/precio. Se trata de Pasión de Bobal, de Sierra Norte. Este vino tiene su origen en viñedos de más de 60 años en los que se inicia de forma clara la potencialidad de calidad y equilibrio necesaria para la elaboración de un vino con carácter. Presenta un color rojo picota de capa alta y ribete violáceo. Nariz con buena fruta roja y negra como las fresas, frambuesas, cassis muy bien llevada por un acompañamiento de cremosos y ligeros tostados de la barrica, algún toque especiado y algo de regaliz. Paso en boca muy sabroso, frutoso, de taninos esféricos, buena acidez y ligeros toques de vainilla, humo y tostados. Un vino con garra dentro de su equilibrio.
Seguiremos por Murviedro, una firma que acaba de lanzar una de las ofensivas con la bobal más notables de cuantas podemos encontrar en el mercado. Tras el éxito de Cueva de la Culpa que fue elegido Mejor Vino de España por el MAGRAMA en 2014, la firma ha decidido emprender su apuesta más ambiciosa por la bobal con una gama que ahora integran Murviedro Colección Roble, Reserva, Cepas Viejas y Vox Populi. Nos quedamos hoy con Cepas Viejas. Es un vino de color rojo picota intenso con ligero ribete teja. Presenta un aroma profundo y complejo, recordando a frutillas del bosque sobre un fondo balsámico de toffee y vainilla. En boca resulta fresco, denso y carnoso, con taninos redondos y postgusto muy largo.
Continuamos con Coviñas, que este año celebra su medio siglo de historia. Esta cooperativa se ha convertido en uno de los más notables pilares de la DOP Utiel-Requena contando con un notable porfolio de productos elaborados con la autóctona bobal como Al Vent o Aula. Pero hoy vamos a quedarnos con el vino que la firma ha lanzado para conmemorar su 50 aniversario: Adnos. Se trata de un vino procedente de un viñedo centenario con una producción de apenas dos kilos por cepa. Un bobal ancestral, como señalan desde la bodega. En la fase visual presenta un color rojo rubí extremadamente vivo. En nariz muestra notas tostadas, café con leche y frutas rojas. Reposado trae recuerdos mentolados… En boca ofrece recuerdos de fruta y mentol. Es viva, frutoso, serio y con un reposado equilibrio. Es la esencia del bobal con el terruño como gran protagonista.
Una de las firmas que más ha sorprendido en los últimos tiempos a la crítica es Cerrogallina. Es un pequeño y singular viñedo en vaso de 8 hectáreas, que cuenta con una edad de 90 años, donde se cultiva artesanalmente la variedad tinta Bobal. A la vista presenta un color rojo picota muy vivo y bien cubierto. Nariz con abundante peso de frutos rojos y negros en sazón (cereza, mora, arándanos y grosella), con recuerdos a confitura inglesa. Fondo tostado, especiado y balsámico, con pinceladas de hierba silvestre y flores azules. Magnífico en boca, potente y untuoso, amplio, redondo, equilibrado, y sobre todo fresco, muy largo y rico en matices. Perfecta integración de la madera, final largo y aromático, con un recuerdo de caramelo con leche. Un vino espléndido que demuestra las bondades de la uva Bobal bien trabajada.
Continuamos con Dominio de la Vega, una de las firmas que mejor han trabajado con la bobal, además de tener unos excelentes cavas. Nos quedamos hoy con Bobal en Calma, uno de los nuevos vinos de la firma. Presenta una crianza 9 meses en barricas nuevas de roble francés y americano de 225 y 500 litros, más un mínimo de 9 meses en botella. Viñedos cultivados en vaso de la zona de ‘La Muela’, con una edad media de 45 años. En vendimia, tras un seguimiento de la maduración en campo, se seleccionan los viñedos con mayor potencial de fruta y de tanino suave. Rojo cereza vivaz con irisaciones violáceas. Intensos aromas a frutas rojas en sazón (cereza, mora, grosella) arropados por notas de vainilla, fondo tostado y especiado. El paso por boca del vino es profundo, fresco y afrutado, de tanino suave y maduro. Quesos de intensidad media-alta, patés y foie, fiambres, carnes, arroces y pastas. Fascinante maridaje con el chocolate y las mermeladas rojas.
Lo mismo se puede aplicar a Vegalfaro y su Caprasia. Es el bobal criado en ánforas de barro. Procedente de los viñedos de bobal de La Finca Alfaro propiedad de la bodega y la parcelas seleccionadas de viñas viejas en vaso (edad media 55 años). El cultivo se realiza mediante plantación en vaso en suelo arcilloso- calizo con grava en el subsuelo y franco arenoso. Poda tradicional en vaso buscando el equilibrio en disposición de futuros racimos pequeños. Proviene de un año muy seco, sin lluvias de primavera, cálida pero sin llegar a ponientes extremos. Embotellado en junio de 2014 presenta un color picota oscuro y buena intensidad en nariz con protagonismo de la fruta madura suaves notas tostadas. En boca es fresco, con taninos dulces, buena acidez y buen recorrido.
Elaborado con bobal en coupage con otras variedades, destaca también Hoya de Cadenas 130 Aniversario con el que la firma valenciana Vicente Gandía celebra esa efeméride. Tiene un color a cereza madura con un limpio y sutil brillo. En boca muestra su gran cuerpo y estructura con taninos equilibrados de excepcional elegancia y delicadeza, dejando un prolongado, especiado y complejo retrogusto. En paladar es vigoroso, amplio y equilibrado. Un vino noble, elaborado con las mejores cosechas, que cumple con las más altas expectativas y que muestra cómo la unión de fruta madura seleccionada con la nobleza del roble puede lograr resultados sorprendentes.
Estos son algunos de los bobales que serán protagonistas en Ferevin a partir de la próxima semana. Hay más y los dejamos para la siguiente entrega.
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