Jaime Nicolau
Los bodegueros y enólogos españoles, así como los miles de vendimiadores que cada año participan en la recogida de la uva apuran ya sus vacaciones cuando medio país todavía no las ha iniciado. Y es que el ciclo toca a su fin y la vendimia está ya a la vuelta de la esquina. De manera casi automática situamos este fin de cada ciclo anual del viñedo en septiembre, pero lo cierto es que en pocos días «habrá mambo». Así nos lo anunciaba José Hidalgo, enólogo de Unión Vinícola del Este, el principal productor de cava en Requena. Y es que las variedades blancas con las que se elabora este espumoso en la zona productora valenciana comenzarán a recogerse en pocos días. El cava, pues, descorcha la vendimia.
El vino es uno de los grandes motores de la agricultura española y genera en esta temporada un número muy elevado de empleos temporales, de esos que se ganan cada gota de sudor. Para muestras del movimiento que pronto comenzará, si bien se diferencia en semanas e incluso meses según la zona, les ofrecemos algunas de las cifras de 2014 recogidas por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV):
Los datos comparables de aduanas de los principales exportadores mundiales de vino sitúan a España por primera vez a la cabeza del comercio de este producto en volumen. Con un crecimiento del 22,3% registrado en nuestras exportaciones a lo largo del año 2014, España vendió el pasado año 2.256 millones de litros, que suponen una cifra superior en más de 200 millones a la de las exportaciones italianas y más de 800 millones de litros por encima de las de Francia. La fuerte cosecha del año anterior en España y el rápido proceso de internacionalización de nuestras bodegas han propiciado este crecimiento.
Por tipos de productos, y en comparación con nuestros principales competidores, destacó en 2014 el crecimiento relativo de los vinos envasados españoles del 3,4% hasta los 762 millones de litros, frente a las disminuciones del 0,7% y del 0,2% respectivamente para los vinos envasados de Italia y Francia. En el capítulo de vinos espumosos, sin embargo, el fuerte crecimiento de los vinos italianos, del 18,2%, destacó frente al más moderado de los champagnes franceses (4,5%) y los espumosos y cavas españoles, que fue del 3,2%.
Pese a esta buena marcha de los vinos españoles la concentración de España en vinos más económicos, y muchos de ellos enviados todavía a granel, así como la reducción de precios medios en un 22% durante el pasado año generaron una ligera pérdida de la facturación del 4,6%, lo que nos sitúa en 2.511 millones de euros y lejos aún de las cifras obtenidas por franceses e italianos.
De este último dato se concluye rápidamente que algo no hacemos bien, pero eso será otro cantar y un reto para el próximo gobierno: cuidar al sector como merece, pues es un gran motor de nuestra economía.
Dicho todo esto, el sector está abierto por vendimia. Unos comenzarán ya. Otros se irán a septiembre e incluso algunos a octubre. España es una amalgama de climas que así lo establecen. Luego entran en juego las decisiones técnicas según el producto al que la uva vaya destinado. Ya hemos visto al gran Raúl Pérez haciendo vendimias muy tardías en alguno de sus proyectos. No es el único. Con todo, que la fuerza y la climatología os acompañe.
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