David Blay Tapia
Muchos son los deportistas de élite que prueban suerte con el mundo de la gastronomía. Por la facilidad para entender el negocio, por la frecuencia con la que visitan los más boyantes o por la ‘escasa’ inversión (para sus bolsillos) que supone una aventura de estas características.
El último caso ha sido el de Javier Mascherano, que se ha unido al local ubicado en Sant Cugat del Vallés 9 Reinas, donde ya son socios los ex futbolistas Martín Posse o Xavier Escaich.
Sin embargo, pocos (por no decir ninguno) llegan de cuna a esta vocación. Pocas son las historias ligadas al balompié desde la gastronomía pura… salvo una con (doble) parada en la Comunidad Valenciana.
Criarse en Getaria imprime carácter. Un pueblo pequeño muy cercano a San Sebastián, pero separado por una carretera mínima llena de curvas que le confiere un status único. Como lo hace su legendario puerto, cuna de astilleros pero sobre todo de rodaballos. El pescado que conforma su auténtica idiosincrasia y provoca peregrinaciones desde todas partes de España.
Marca aún más que tu padre sea Pedro, el de Elkano. Un lugar que no busca el efectismo en su sala. Ni la grandilocuencia en el decorado de sus platos. Es pura comida de sabor: el primer local que apostó por colocar unas brasas al aire libre y buscar el punto del pescado hasta encontrar la perfección con una técnica no siempre considerada de alto estanding.
Pero si algo sorprende de Aitor Arregui (el protagonista de esta historia) es que en cuanto dejó de dar patadas a un balón decidiera de inmediato volver al negocio familiar. Sin grandilocuencias. Sin las tonterías propias de su ex profesión. Simplemente formándose para reconvertirse en chef. Y buscando la felicidad allá donde la encontraron sus padres.
El reciente fallecimiento de su progenitor marcó su retorno definitivo. Pero fue la concesión en 2014 de una Estrella Michelin la que evidenció el cambio de ciclo. Curiosamente, sin cambiar nada. Ni en el menú ni en la forma de atender a los clientes.
Su ciclo en el Villarreal supuso (desde 1997 a 2000) el primer ascenso de los amarillos a la máxima categoría del fútbol español. Obviamente, la comida de celebración se trasladó al País Vasco, donde más de uno de sus posteriores compañeros del Elche también rendirían visitas asiduas.
Y, como hombre de honor criado en medio de valores tradicionales, el segundo retorno a Primera de los de El Madrigal también tuvo kokotxas y rodaballo como menú. Aunque esta vez trasladó la magia de su casa a El Madrigal, donde sólo había que ver la cara de gente como Uche o Juan Carlos para determinar que uno de los mejores momentos de aquel verano de 2013 fue aquel ágape.
El Príncipe del Rodaballo le llamaban en aquel vestuario. Y no por las espinas que parecía tener como defensa aguerrido que alejaba a base de pundonor a los delanteros que buscaban el marco de su guardameta.
Hoy ya es el rey, tomando el trono que regentó con éxito su padre durante tantas décadas. Porque no hay mejor homenaje de un hijo que honrar la memoria de los suyos.
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4 comentarios en
praseodimio el 1 agosto, 2015 a las 1:24 pm:
Grandisimo defensa excelente persona y supongo que gran cocinero.
Delacilareal el 3 agosto, 2016 a las 1:37 pm:
Recuerdo tu cantico desde el balcon del Ayunt. d vila-real ‘»Al equipo amarillo no hay quien les gane porque tiene dos hue…… asi d grandes» Gracias Arregui siempre t recordamos como una persona ejemplar !!!
Salvasvc el 25 febrero, 2017 a las 1:54 pm:
Grande.Grande.Grande!!!!!
Aitor.
No paséis por Getaria sin ir al verle…
Salvasvc el 25 febrero, 2017 a las 1:59 pm:
El mejor rodaballo de mundo