5 enero, 2021
Pedro R. Arias / @PedroRArias5b
Sergio Fuster es un joven de apenas 20 años, criado en Almedíjar (Castellón) y actual estudiante de Viticultura y Enología en Requena. Su pasión por el vino le viene de familia gracias a su padre, Manolo Fuster, viticultor y socio de la Bodega Alcovi, con quien ha aprendido desde muy pequeño cómo cuidar las uvas o cómo etiquetar una botella. Una valiosa formación que le ha permitido lanzar junto a la bodega castellonense su primer vino, ‘Capricho’. Un blanco de edición limitada que representa una clara apuesta por el porvenir del vino castellonense y la IGP Castelló.
5barricas.- ¿De dónde viene tu interés por el vino?
Sergio Fuster.- Me introduje en el mundo del vino gracias a mis padres, porque son socios de la Bodega Alcovi, y desde bien pequeño les intentaba ayudar en todo lo que podía, desde plantar cepas hasta etiquetar una botella. Creo que por eso soy un privilegiado, porque he vivido desde muy pequeño el proceso del vino desde cero y de ahí viene toda mi afición al mundo del vino.
5b.- ¿Qué es para ti Bodegas Alcovi? ¿Cuál es tu función en la bodega?
S. F.- Para mí, Bodegas Alcovi es todo. He crecido, he sentido, he llorado, he reído y todo junto a ella, nunca nos hemos separado. En la bodega no tengo una función definida, ayudo en todo lo que puedo. Desde la faena de campo, como podar, plantar, injertar, pasando por controlar fermentaciones, trasiegos y control de barricas, hasta etiquetar una botella y venderla al público.
5b.- ¿Qué hace diferente a vuestros vinos?
S. F.- Sin ninguna duda, lo que nos hace diferentes es la mineralidad que tienen nuestros vinos. Esta mineralidad es muy característica de nuestros vinos porque las cepas están plantadas en un tipo de suelo que se llama rodeno, es un suelo muy parecido a la pizarra, y eso hace que nuestros vinos sean muy minerales.
5b.- ¿Cómo nos describirías tu ‘Capricho’?
S. F.- ‘Capricho’ es un vino blanco de color amarillo pajizo. En nariz destaca por sus aromas frutales a manzana y plátano. Y en boca entra muy suave, pero enseguida se expande con bastante cuerpo a pesar de ser un vino blanco, gracias a su fermentación maloláctica. El paso final del vino en boca es agradable a pesar de su cierta amargura.
5b.- ¿Cómo ha sido la experiencia de crear tu primer vino?
S. F.- Ha sido una experiencia única, sobre todo puedo destacar lo gratificante que es vender una botella de vino y poder decir «lo he producido yo». También ha sido muy bonito que la gente de Almedijar me ha dado la enhorabuena por haber realizado un buen trabajo.
5b.- ¿Cómo fue su elaboración y qué paso te costó más alcanzar?
S. F.- Ha sido una elaboración bastante sencilla, ya que el vino no ha dado muchos problemas, entonces se puede decir que ha sido más fácil de lo que yo me pensaba en un principio. Sin embargo, lo que más me costó fue conseguir que el vino consiguiese hacer la fermentación maloláctica antes del otoño, ya que tenía miedo de embotellar el vino y que volviese a fermentar en botella.
5b.- ¿Qué variedades has empleado en tu vino y de qué viñedos?
S. F.- He empleado las variedades macabeo y sauvignon blanc principalmente, y después lleva un 10% de viognier. Esta uva está producida en unas cepas muy jóvenes en el fondo de un valle.
5b.- ¿Cuántas botellas has elaborado? ¿Cómo se pueden adquirir?
S. F.- Hemos elaborado un total de 222 botellas, una cantidad muy reducida, y únicamente se pueden adquirir en la tienda de la Bodega Alcovi.
5b.- ¿Y por qué lo has bautizado ‘Capricho’?
S. F.- Le pusimos el nombre de Capricho porque sinceramente fue un capricho de mi padre y mío, el me dio las ganas para seguir adelante con el vino, y por fin, ha salido a la venta.
5b.- ¿Por qué crees que es importante que haya más jóvenes que quieran apostar por introducirse en el mundo del vino?
S. F.- Una razón muy importante es que los jóvenes somos el futuro, también el presente, pero si los jóvenes no sacamos hacia delante esta preciosa profesión se perderá. También veo bien que cada día que pasa, haya más gente joven interesada en consumir vino, o simplemente, quiera informarse sobre el mundo del vino.
5b.- ¿Cómo ves el futuro del vino castellonense? ¿Qué crees que le faltaría alcanzar para posicionarse al nivel de otros vinos españoles?
S. F.- El destino es el que uno quiere tener, si una bodega trabaja bien y sobre todo, tiene un buen producto, tendrá mucho futuro, pero si una bodega no trabaja del todo bien, y tiene un producto de inferior calidad, no creo que tenga tanto futuro. Creo que los vinos de Castellón no se tienen que meter todos en una misma bolsa, porque un vino hecho en Benicarló o Vall d’Alba, es totalmente distinto al que se hace en Almedíjar, no tiene nada que ver. Para que los vinos de Castellón se pusieran al nivel de otros vinos de España, principalmente necesitamos una D.O. Castellón que tenga en cuenta la variedad de suelos. No podemos poner a un vino hecho en un suelo de arcilla en el mismo sitio que un vino hecho en caliza o en rodeno, creo que necesitaría calificar cada vino por el tipo suelo, altitud de la plantación de la vid y muchos más parámetros.
5b.- ¿Cuáles son tus planes de futuro tras concluir tu formación?
S. F.- Es muy complicado tener un futuro claro, yo creo que acabaré mi formación y espero poder tomar las riendas de la Bodega Alcovi, porque es una bodega que tiene las ideas muy claras, y sabe lo que tiene que hacer. Creo que en un futuro puedo aportar muchas cosas buenas y ellos a mí también.
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