12 noviembre, 2020
Jaime Nicolau / Foto: Vicent Escrivà
El papel de la mujer en el sector del vino es determinante, ocupando roles de responsabilidad y aplicando la máxima de que para generar paridad lo mejor es no hablar de ella. Los mejores profesionales para cada puesto. Esta lógica reflexión se aplica como anillo al dedo en María Valsangiacomo. Aprendió los entresijos del mundo del vino viviendo una etapa pegada a su padre Arnoldo. La pasión por el sector la sedujo. No entiende trabajar de otra manera. Con tres de sus hermanos eligió el camino de la bodega familiar. Son la quinta generación y han dotado a Valsangiacomo de un marchamo extra de arraigo a la tierra y a lo nuestro muy especial.
5barricas.- Siendo parte de la quinta generación de una familia bodeguera ¿era obvio que María Valsangiacomo llegase al sector del vino?
María Valsangiacomo.- Llegué con cierta incertidumbre, no sabía distinguir en mi padre los sentimientos encontrados; pasión y sufrimiento. El tópico de empezar desde abajo para mí fue una excursión inacabable. Echaba un montón de horas con mi padre, aprendiendo. Me metí de lleno en la parte comercial y en una de las tres líneas de producto de la bodega. Desarrollando nuevos mercados.
5b.- ¿Es como te imaginabas cuando veías a tu padre o tu abuelo?
M. V.- Pues la verdad es que no. Desgraciadamente no tuve la ocasión de conocer a mi abuelo. Pero sí su legado. A mi padre le debo todo lo que soy. Su pasión y su entrega incondicional a la bodega. Pero lo más importante, la unión familiar que nos ha llevado a ser parte de la quinta generación. Y como nota anecdótica, en su legado, una obsesión por el clima. Me paso el año mirando las previsiones climatológicas de todos los países productores.
5b.- Como responsable de exportación, ¿cómo se ha adaptado la bodega a un momento tan complicado? ¿Se van abriendo los mercados internacionales?
M. V.- Aceptando esta realidad. Trabajando muchísimo y aprendiendo a convivir con esta pandemia, con muchos cambios y dificultades. Pese a esta situación, hemos ampliado nuestras instalaciones, invertido en tecnología y en capacidad de producción. Lo importante ahora es mantener y cuidar al máximo a nuestros clientes. Es muy complicado abrir nuevos mercados internacionales. Lamentablemente hemos dejado de viajar por el mundo, asistir a ferias, a catas… La búsqueda de clientes potenciales se hace más compleja al no poder aprovechar estas sinergias.
5b.- ¿Qué mercados son los más importantes para Valsangiacomo en el mundo? ¿Os sentís profetas en vuestra tierra?
M.V.- Por nombrar alguno, Asia en general es uno de nuestros principales mercados. Sí, totalmente. Cherubino lleva desde el año 1831, fecha en la que se fundó la primera bodega en Alicante, elaborando en Comunitat Valenciana y exportando nuestros vinos a los cinco continentes.
5b.- ¿Es el vino una oportunidad para el medio rural?
M. V.- Para poder crear productos sostenibles. Es en el medio rural donde se localizan prácticamente todas las bodegas y, por tanto, las infraestructuras vitivinícolas. Es muy importante tener en cuenta el entorno y ubicar el vino en él.
5b.- ¿Empodera de alguna manera a la figura del agricultor?
M. V.- Sí. Por ejemplo con el proyecto Sanjuán ha sido vital contar con la vinculación de los viticultores de la aldea.
5b.- ¿Qué importancia le das al equipo humano?
M. V.- Para mí el sentido de unidad del equipo humano es fundamental. En Cherubino no somos muy jerárquicos. Tratamos de integrar los intereses de nuestro equipo a las metas de la empresa. Contamos con un equipo humano muy profesional y dinámico.
5b.- ¿Cómo trabajáis la paridad en la bodega?
M. V.- Practicamos la política de igualdad en las oportunidades laborables 50% hombres, 50% mujeres ocupando los mismos puestos. La mujer juega un rol muy importante en nuestro sector. El vino es cultura, tradición y no distingue de sexos.
5b.- ¿Qué mensaje de optimismo lanzarías en esta situación tan complicada?
M. V.- Yo no soy quién para lanzar un mensaje ante una situación tan complicada. Hay mucha gente sufriendo, no solo en la enfermedad también en la desgracia económica. Hay que vivir el día a día con mucha precaución. Cuidarnos mucho.Tenemos que tratar de generar esperanza. Todo pasará, nos reinventaremos y trataremos de resurgir con mucha más fuerza.
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