Álvaro Palacios: Grandes vinos de minifundio

Hablar de Álvaro Palacios en el mundo del vino es hacerlo de uno de los embajadores mundiales de lo que España es capaz de hacer. Riojano de nacimiento, tuvo siempre claro que lo suyo era el mundo del vino. Se formó en los pupitres y la teoría para dejar paso a una etapa práctica en la que pasó, entre otros proyectos, por Petrus. Allí empezó a tener claro lo que quería hacer: vinos de gama alta con el viñedo como pasión. Tanteó zonas en las que mandaba el minifundio y sondeó El Bierzo, desde dónde emergieron figuras como las de Raúl Pérez, para acabar entre las terrazas del Priorat. Allí se estableció, aunque posteriormente abriría su espectro, para crear vimos que ya forman parte de la gran historia del sector como l’Ermita, Les Terrasses, o Finca Dofí.

Del primero han dicho prestigiosos críticos internacionales en alguna de sus añadas que es el mejor vino de España. En la de 2013 acaba de recibir 100 puntos Parker, casi nada. El segundo ha entrado en el selecto grupo de los 100 Mejores Vinos del Mundo.

Pero para Álvaro Palacios eso es lo de menos. Sigue con el mismo convencimiento con el que empezó: el tesoro es el viñedo. Su filosofía está clara. En palabras suyas se explica así: «Yo les digo a mi hija y a mi sobrino que L’Ermita (Priorat) y La Faraona (Bierzo) no nos pertenecen, que pertenecen al patrimonio de España, que es parte de todos, y que a nosotros nos ha tocado el legado, no de recuperarlos porque estaban ahí, pero sí de entenderlos».

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