Alberto Pedrón: el soñador que indultó unas viñas viejas ‘sentenciadas’

Aunque produce seis vinos diferentes, Alberto Pedrón (Bodegas y Viñedos Sentencia) se considera principalmente viticultor, lo que para él significa “cuidar de las vides, conservar parcelas de viñedo viejo y cultivar de una forma tradicional y con el máximo respeto a la naturaleza”. El resultado de todo este trabajo es un vino natural, personal y ligado a su entorno.

Después de estudiar Enología en Requena e Ingeniería Técnica Agrícola en Valencia, estuvo trabajando varios años en la industria farmacéutica, hasta que decidió dar un giro a su vida y dedicarse de lleno a lo que de verdad le gustaba: su proyecto de bodega, viñedo y vino. De hecho, el nombre de su bodega, Sentencia, viene de las viñas viejas que su familia iba a arrancar y que él se empeñó en recuperar pese a que estaban “sentenciadas”.

El suyo es un proyecto joven, donde cada vino, proveniente de una parcela diferente, es un proyecto en sí mismo. “Nos mueve el objetivo de trabajar cada parcela para conseguir el mejor vino posible. Cada año intentamos ir afinando y buscando la excelencia”, explica.

Reivindica el enorme potencial de la Bobal para crear vinos de guarda. Para ello, apunta, «debe cultivarse en los suelos apropiados, en secano, en vaso y trabajar bien el manejo de la canopia».

Pero hay mucho más en la DO Utiel-Requena: “Este año haremos el primer blanco, si va todo bien, y estamos especialmente ilusionados con una parcela donde estamos reproduciendo material vegetal de variedades que vamos descubriendo en nuestros viñedos viejos”.

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