14 febrero, 2020
Se acerca la cita romántica por excelencia, aunque no debiera (ser la única). Es el día de intentar sorprender y que prenda la chispa. Es el día de veladas especiales. Y si importante es el lugar elegido, no lo es menos el vino que acompañe la velada. Allá van unas cuantas sugerencias para ayudar a seducir.
Empezaremos por los blancos. No fallas con Blanc d’Enguera, un valor seguro con la autóctona verdil como estandarte. Tampoco si te la juegas con Finca Calvestra, el espectacular Merseguera de Toni Sarrión en Mustiguillo. Algo más atrevido, pero de triunfo seguro, es Pureza de Pepe Mendoza y su nuevo proyecto en Casa Agrícola. La elegancia de Cimera de Clos Cor Ví, la explosión de Vallejo Avenas de Murviedro y la frescura de Micalet de Javi Revert, cerrarían nuestra partida de ases blancos.
Pero quizás la noche invite al rosa. Los rosés están claramente de moda en el mundo y en estas tierras tenemos algunos entre los mejores de España. Impromptu Rosé de Hispano Suizas es un valor seguro. Clos de Sanjuán es otro cuya sutileza llega a embelesar. Y aquí, en una noche así, no puede faltar Pasión de Bobal Rosado. Es noche de corazones. Les Prunes de Celler del Roure, o Rosa&Dito de Coviñas cerrarían nuestro quinteto ideal.
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