9 diciembre, 2020
Este vino debe su nombre al propietario que plantó el viñedo, que por su mal carácter recibió el apodo de el ‘Veneno’. No todo iba a ser malo…
Viñedo en vaso, en estricto secano, plantada en tierras de arrastre franco arenosas con muchísima piedra, en un entorno de montaña, sopié de monte (al pie del monte).
Planta equilibrada que carga muy bien y permite preservar toda la fruta fresca de la monastrell.
Vendimia a mano en cajas de 10 kg y fermentación en pequeñas tinas de 1.000 kg. Todos los remontados son manuales y a mitad de fermentación únicamente se moja el sombrero con su propio vino para no extraer ni endurecer el vino, la idea es infusionar.
Utilización de mucho grano y mucho racimo entero. El vino está elaborado con el 50% de su raspa para que tenga mayor vibración, frescor y verticalidad.
Vino de gran equilibrio donde predominan los aromas a lavanda, romero en flor, eucaliptus y balsámicos.
En boca es un vino muy agradable con mucho tanino fino y delicado. Su paso 12 meses por barrica de 500 litros de roble francés acompaña al vino, le da complejidad y no es invasivo.
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