11 febrero, 2019
Los vinos de la Denominación de Origen La Mancha han vivido el mejor enero de su historia. Y es que se han vendido un total de 10.103.700 botellas, lo que supone un incremento del 63,5% respecto al año pasado, que se cerró con 6.178.400 tirillas.
Estos datos devuelven a la DO manchega a la senda de crecimiento, dado que en 2018 experimentó un descenso del 17,70%, con casi 15,5 millones menos de botellas vendidas que en el año anterior. Enero de 2019 ha cambiado la tendencia de los últimos meses, con un crecimiento espectacular de casi cuatro de millones de botellas en un solo mes.
Se trata de una situación muy irregular que se puede deber a varios factores. En primer lugar, en 2018 ha habido una bajada generalizada en volumen del vino con denominación de origen en muchas de las grandes zonas productoras de España porque la cosecha fue menor y también porque los precios se elevaron considerablemente.
De hecho, según datos publicados por el Observatorio Español para el Mercado del Vino, las cifras de comercialización exterior para el conjunto del sector en Castilla La Mancha mostraron un récord histórico de facturación en junio de 2018, llegándose a los 711 millones de euros para la exportación de vino.
Datos que se corroboran con la óptica global de los vinos envasados españoles a finales del 2018, según informe del OeMv, “aumentando sus precios medios en un 11,9 % en los 11 primeros meses del 2018”.
Otro factor a tener en cuenta habría que buscarlo en la propia calidad de la Añada 2017, calificada como ‘Excelente’, e “histórica”. Un aliciente que habría motivado a las bodegas manchegas a destinar mayor volumen de la producción en lo que a tintos se refiere (mayoritarios en lo declarado como denominación de origen) para los “vinos de guarda”, es decir, vinos que llevarán paso por madera (crianzas, reservas, grandes reservas).
Además, en el caso concreto de la Denominación de Origen La Mancha es importante matizar el retraso ostensible en la campaña de la vendimia pasada, un factor que ha determinado una demora en la elaboración, producción y, sobre todo, en el embotellado para el caso de los tintos jóvenes y tradicionales, los mayoritarios en para esta denominación de origen. De hecho, eso explicaría en gran medida el gran crecimiento experimentado en enero de 2019.
Según la petición de tirillas por parte de las bodegas acogidas a la Denominación de Origen La Mancha, aun con un retroceso con respecto al año pasado, siguen predominando en el embotellado los vinos de categoría ‘joven’ y ‘tradicional’, con 13.776.900 y 41.707.300, respectivamente. No obstante, resulta reseñable el aumento de vinos de mayor valor añadido en su elaboración como son, entre otros, los ‘Reserva’ (5.120.900) y ‘Gran Reserva’ (592.000), frente a las 4.050.900 y 495.700 tirillas, expedidas respectivamente en el 2017.
Por capacidades, domina el formato más tradicional de 0,75 cl con más de 70.204.100 botellas etiquetas con este tipo de envase.
Exportaciones: estabilidad moderada
En espera del cierre definitivo de datos para el ejercicio de 2018, en líneas generales, con 30.892.945 botellas (0, 75 cl) las exportaciones (43 %) reflejan una ralentización del ritmo de los mercados con sustanciales bajadas en países concretos como China y Rusia, aunque matizado con la relativa estabilización de mercados en Estados Unidos, Holanda o México. Este último marcado con un fuerte impulso de crecimiento en 2018.
Alemania recupera el liderazgo de las importaciones, con 5.614.949 botellas, volviendo a ser el primer referente de las ventas exteriores de vino DO La Mancha en el exterior. Le sigue, en suelo europeo, Holanda, con 1.715.300 botellas, manteniendo su fidelidad histórica a los vinos manchegos.
Más llamativos son los casos de los mercados transoceánicos, especialmente aquellos países extracomunitarios como Estados Unidos y México. USA, con 1.666.167 botellas, es el cuarto comprador mundial de los vinos DO La Mancha. Mientras, el país azteca, quinto a nivel mundial (y tercero fuera de la UE) reafirma su candidatura como país en potencial de crecimiento en mercado para el sector del vino con 1.449.939 botellas, siendo además el punto con mayor crecimiento relativo en el 2018.
La otra cara de la moneda está en mercados como Rusia, octavo mercado mundial con 1.132.483 botellas, y China, primer cliente fuera de la Unión Europea. Ambos países, más sensibles a los desajustes de oferta y demanda en precios, han tenido una bajada más acentuada, aunque amortiguada con el incremento en valor en otros mercados del planeta.
El país de la Gran Muralla tras siete años consecutivos manteniendo un incremento de sus compras, experimentó en 2018 una desaceleración de su demanda que aún le mantiene como segundo comprador de vinos DO La Mancha, con 5.442.931 botellas. Un repliegue que se enmarca en el contexto global del descenso generalizado para todos los países exportadores, situando a España, con un 13 % de retroceso, como cuarto país exportador, por detrás de Francia, Australia o Chile, todos ellos, además en sustancial regresión en el mercado del gigante asiático.
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