9 febrero, 2019
Dicen las normas establecidas que el 14 de Febrero es el Día del Amor. Como rezaba la rumbita de Melendi “la Navidad la ha inventado El Corte Inglés”… quizás San Valentín también.
Pero mientras salimos de dudas nos sumamos a la tendencia para hacer felices a dos enamorados, El Novio y La Novia. Él Perfecto. Ella Ideal. Él todo dulzura de moscatel. Ella, una gominola de bobal, a la vez que con notable chispa.
Cuenta la leyenda que se amaban con Pasión. Una pasión rosa palo, también de Bobal, llegada desde la viña de Camporrobles. Ella hablaba. Él miraba absorto pero no escuchaba… Quedó En la Parra, pensando quizás en la belleza de El Renegado.
Comenzaron su cena romántica a la luz de las velas. Era el primer amor para ambos. Todo pureza. Inmaculada blancura. Brindaron con el corazón blanco de Cimera ante una sinfonía de creaciones de alta gastronomía.
Llegó el plato fuerte y, con él, de nuevo dejaron rienda suelta a su Pasión, ahora en formato tinto en toda su expresión. Tinto, potente… bobal. Y se detuvo el tiempo . Y la Bobal quedó en Calma, como pasa en las entrañas de DV en San Antonio.
Se estaba enciendiendo la chispa mágica, esa que aportan los elegantes acordes de Tantum Ergo, en su precioso rosé.
Y llegó el chocolate, y con él de nuevo color tinto, el del Cabernet Franc lleno de elegancia que elaboran en Chozas Carrascal. Una combinación que atrapa.
Y atrapados se pusieron dulces, y ambos coincidieron al pensar en Julieta. Un espectáculo.
Y así pasó la velada, y se acabó el 14 de Febrero. Y los enamorados se preguntan si es preciso esperar un año para repetirlo. La respuesta es NO.
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