Jaime Nicolau
Cerraremos en pocos días un año más. Ya no le quedan hojas al calendario, directamente ocupará su lugar uno nuevo, al que pasarán los apuntes de enero. Eso para los que aún, nostálgicos de nosotros, preferimos aquello de más vale lápiz corto que memoria larga (aunque sea tecnológica esta última). Es por eso que hemos querido hacer un ejercicio de parar el tiempo, de echar la vista atrás y ver qué nos encontramos en este apasionante viaje por el mundo del vino que emprendiéramos hace más de una década.
Hace escasamente unos días esta web cumplía 4 años desde que levantara la persiana en diciembre de 2014. Desde entonces, 885.000 de vosotros habéis perdido algo más de dos minutos, en leer alguno de nuestros artículos. Casi un millón de personas, esperamos llegar en 2019, y cerca de 29.500 horas de lectura navegando por este portal. Estamos en la época de los datos absolutos y estos lo son. Cifras que nos satisfacen enormemente. Números que confirman que aquel paso hacia lo digital fue un enorme acierto porque os resulta interesante. Porque tiene sentido la tarea que intentamos realizar de ser altavoces de un sector, el del vino, que apasiona.
Y buscando la clave de por qué elegís este sitio web para leer sobre el mundo del vino nos hemos dado de cuenta que es, sencillamente, el alma. El periodismo y la comunicación o tienen alma o están muertos. Y para tener alma hay que «patear la calle», tocar las historias, empaparse de ellas para contarlas con pasión y de manera veraz. Y esto es lo que hemos conseguido transmitir a un equipo de colaboradores que crece poquito a poco. Tendría que haber un detector de alma y pasión en las entrevistas de trabajo para los medios de comunicación. Al no haberlo, es el tiempo el que dicta si se tiene y se pone. Porque tienen que confluir ambas cosas.
Así, nos hemos propuesto, como todos, propósitos para 2019. Queremos mantener toda la esencia que ha hecho que confiéis en nosotros y a la vez poner más carga de alma y pasión a cada cosa que hagamos. Esa va a ser nuestra fórmula para el año nuevo. Seguir contando historias en primera persona, pateando la viña, tocando el terruño, olfateando las barricas fermentando, bajando a las cavas, descubriendo proyectos, bellos rincones… acercaros el maravilloso territorio que rodea el mundo del vino.
Así que vamos a por nuestro quinto año, no hay quinto malo, y queremos hacerlo con vosotros.
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