22 septiembre, 2018
totalsafepack.com
Para muchos el vino mucho más que una bebida y hay todo un mundo alrededor de él. Sus orígenes se remontan a miles de años en el tiempo y su historia ha fluido paralelamente junto con la historia de la Humanidad. Hoy queremos ofreceros un pequeño repaso a su historia. ¿Sabías que la palabra “vino” viene del latín vinum, que a su vez se cree que viene del griego oinos? Algunos expertos afirman incluso que la palabra viene el sánscrito vêna.
¿Cuáles son los orígenes del vino?
Muchos expertos e historiadores consideran que entre 6000 y 5000 aC ya se cultivaba la vid y se elaboraban bebidas a partir de las uvas que se recogían. Pero realmente el nacimiento del vino tal y como lo conocemos hoy se desarrolla a partir de la Edad de Bronce, alrededor del 3.000 aC en Súmer –Oriente Próximo– en la antiguamente conocida Mesopotamia.
Posteriormente de Mesopotamia pasa a Egipto, comenzará a competir con la cerveza, una de las bebidas más antiguas de la Humanidad. Los egipcios empezaron a cultivar la vid a gran escala o orillas del Nilo, originando toda una actividad laboral e industrial.
Precisamente los egipcios comenzaron a usar por primera vez vasijas para fermentar el mosto y producir vino tinto. Además conservaban en estas vasijas el vino durante años, mejorando así su sabor. A partir de entonces, el vino se convertirá en un objeto de alto status social, llegándose a emplear en todo tipo de actos religiosos y festividades paganas. Se han encontrado grabados en pirámides que indican el cultivo de la vid, su recolección, elaboración y disfrute. Además a muchos faraones se les enterraba con vasijas de barro que en su día contenían vino.
Al ser la vid una planta que se adapta a cualquier clima, se impulsó su expansión por toda Europa Occidental, por las rutas comerciales, que consiguieron que el vino llegase incluso a Asia. En la Península Ibérica, se cree que la vid se empezó a cultivar alrededor del año 3000 antes de Cristo, antes incluso de la llegada de los fenicios.
Posteriormente, el vino llega alrededor del año 700 aC a Grecia, consiguiendo una gran importancia en la sociedad y cultura de la época, llegado incluso a asignar un dios del vino, Dyonisos. Los griegos usaban el vino en fiestas, y en actos religiosos y funerarios. Además adaptaron diferentes tamaños para el servicio y guarda. Ánforas de gran tamaño selladas con resina de pino, cráteras para un tamaño medio y ainojés y ritones de dimensiones más pequeñas. Durante la época griega, cada zona y cada región comienza a elaborar con sus propias características y propiedades. Icaria, Rodas, Naxos, Líbano o Palestina exportan vinos destinados a ser servidos en las mesas de reyes y nobles de toda Europa.
Imperio Romano
Los romanos en época Imperial (a partir de II aC.) enseguida demuestran un conocimiento tecnológico sobre el cultivo, la elaboración del vino hasta ese momento nunca vistos. Son los primeros en experimentar con injertos. A su vez catalogan el más de medio centenar de variedades de vino que elaboran, dejando testimonio de todo ello. Los romanos, a su vez, son los primeros en usar las barricas a gran escala, que adoptan de Las Galias. Durante la época romana emerge la figura del vinatero, que podría considerarse el antepasado del bodeguero moderno. Esta figura se encargaba –entre otras cosas– de blanquear los vinos, ya que el vino blanco era el más valorado. El vinatero hacía maceraciones con hierbas aromáticas y guardaba los vinos en ánforas durante periodos de maduración de entre 15 y 25 años. Las clases altas y los nobles ya servían el vino blanco en copas de cristal, mientras que el tinto estaba más destinado a tabernas y al pueblo llano.
El vino se expande durante el imperio romano y comienza su extiende a la antigua Galia, actual Francia. En realidad los galos fueron los primeros en usar barricas de roble para almacenar el vino, costumbre que estos heredaron de sus vecinos del norte de Europa quienes usaban las barricas de roble como embalaje para cerveza.
Poco a poco otras culturas como la visigoda empiezan a adaptar la tradición del cultivo, elaboración y consumo de vino y así una tercer parte de Europa; Alemania, Francia, Italia y España, empiezan a sembrar la vid y elaborar vino.
Edad Media
Durante la Edad Media, el cultivos y actividad económica del vino pasa a ser propiedad exclusiva de reyes, nobles e iglesia. Se usaban barricas para transportar y almacenar vino, que se extiende cada vez más. Y de esta manera, casi por casualidad es como nacen las primeras bodegas. En esta época la bodega, no era más que un lugar, generalmente sótanos de monasterios y castillos, donde se protegía una valiosa mercancía de saqueos. Como anécdota, en España los Reyes Católicos durante la reconquista replantaban vid a medida que conseguían terrenos de los musulmanes. Posteriormente se plantan vides en el Camino de Santiago, zonas de la Rioja y Ribera del Duero. La vid llega a las islas Canarias en 1497.
Edad Moderna
Es época de descubrimiento de nuevas rutas comerciales y del Nuevo Mundo. Los españoles llevan la vid a las Américas y usan todo tipo de materias primas como el café, el cacao o las patatas como moneda de cambio para comerciar en Europa. Es sabido por ejemplo que en Burdeos se intercambiaba café por vino. Esta época es transcendental para la historia del vino. Durante los siglos XVII y XVIII se perfecciona la vinificación. Comerciantes del norte de Europa ayudan en gran medida a proliferar los vinos de Burdeos, Borgoña o Champaña. Comienzan a usarse las primeras botellas de vidrio para conservar el vino y se inventa el corcho como tapón. El monje Dom Pérignon descubre por accidente el vino espumoso en la región de Champagne.
Edad Contemporánea
A finales del siglo XVIII y principios del XIX el sector del vino tiene que enfrentarse a la filoxera, un pulgón que afecta a las raíces de las vides. Estuvo a punto de terminar con todos los cultivos y cepas en Europa. En 1865, se propaga por Estados Unidos y se convierte en epidemia. Italia, España, Francia, Alemania o Portugal, sufren la peor parte reduciendo el cultivo prácticamente a cero. Esta plaga se supera gracias a las cepas que los misioneros importaron a América y que resistieron a la plaga. Las cepas silvestres llevadas a América se volvieron a replantar en Europa, creando variedades híbridas, superando la plaga y creando nuevas variedades de vino.
En España la filoxera fue devastadora, pero a su vez fue una oportunidad de negocio; la plaga casi termina con el viñedo francés y muchos viticultores se trasladaron a La Rioja para continuar sus actividades. Los españoles aprendieron así los sofisticados métodos de elaboración de vino de los franceses, siendo hoy en día algunos vinos superiores a los mejores productos franceses.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
Un comentario en
Manuel Beltrán Mata el 22 octubre, 2019 a las 1:57 am:
Siempre se aprende. Gracias x compartir