6 septiembre, 2018
La Denominación de Origen Rueda comienza esta noche la vendimia 2018 con la variedad Sauvignon Blanc, cuyo ciclo vegetativo es más corto que el del resto de las variedades y con una maduración más temprana. La vendimia en esta denominación se caracteriza por realizarse de noche y a máquina, dos factores que influyen de manera decisiva en la calidad de los vinos.
A lo largo de las próximas semanas la vendimia se generalizará tanto a las bodegas como al resto de variedades, que ya irán alcanzando su grado de maduración idóneo para la recolección. Se espera que la vendimia de la variedad Verdejo, autóctona de la zona, comience a mediados de septiembre.
La superficie registrada para la vendimia 2018 es de 16.164,92 hectáreas. De ellas, el 97,1% (15.711,64 ha.) corresponden a variedades blancas y de estas, el 86,9% son de Verdejo.
La campaña comienza con unas excelentes previsiones, ya que la maduración se ha visto favorecida por las grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche registradas en los últimos días, y por un viñedo en perfecto estado sanitario.
La principal función del C.R.D.O. Rueda es controlar la calidad, por lo que los Servicios Técnicos se encuentran en pleno funcionamiento, inspeccionando la procedencia de la uva, las producciones por hectárea de los viñedos, el estado sanitario y la cantidad de uva de cada variedad que es entregada en cada una de las bodegas, desechando las partidas que no cumplan los requisitos establecidos por el Reglamento del Consejo Regulador.
Es por ello que se contratarán alrededor de 70 auxiliares para esta vendimia que, junto a los 6 veedores del CR, controlarán la entrada de la uva en cada una de las tolvas de las bodegas acogidas, con el fin de llevar a cabo los controles necesarios.
Para la presente campaña están registrados en la D.O. Rueda 1.525 viticultores y se prevé que dos bodegas nuevas comiencen a elaborar en esta vendimia 2018: Rodríguez Sanzo, S.L. y Fernando Bodegas y Viñedos, S.L.
La vendimia en la D.O. Rueda se caracteriza por realizarse de noche y a máquina. Estos dos factores influyen de manera decisiva en la calidad de los vinos. La mecanización permite que la recogida sea selectiva por parcelas, en función de la maduración y a criterio del enólogo. Por tanto, se decide el momento óptimo de su recogida, consiguiendo aumentar el nivel de calidad de las partidas de uva que entran en bodega.
Por su parte, al vendimiar de noche se aprovecha la bajada de las temperaturas, reduciendo al máximo las posibles oxidaciones, conservando las cualidades organolépticas en perfectas condiciones y mejorando el equilibrio entre graduación y acidez, lo que es muy importante para la elaboración de vinos de calidad. Además, con la entrada de la uva en las bodegas a menos temperatura, se consigue un importante ahorro energético.
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