23 agosto, 2018
David Blay Tapia
Tanto en términos de enseñanza como de alimentación, el CEIP Alejandra Soler (que cumple su quinto año de vida en el próximo curso) ha tratado de innovar en la medida en que la rigidez pública se lo ha permitido. Y gran parte de esa iniciativa ha llegado determinada por la elección de la empresa Contalabor, constituida hace más de 25 años pero con hechuras de modernidad en base a una estructura que crece o mengua en función tanto de su número de clientes como de las necesidades específicas de cada uno de ellos.
Buscando los preceptos de acercarse el máximo posible a una elaboración casera de sus menús, han acabado sirviendo mensualmente en la provincia de Valencia más de 200.000. Pero, lejos de automatismos que facilitaran y abarataran los costes, optaron (y siguen haciéndolo) por diversos preceptos no siempre presentes en aquellos que dan de comer a niños a diario.
No solo se fomentan los hábitos saludables, sino que para ello se incluyen recetas tradicionales de distintas zonas, países y culturas (con el fin de integrar la creciente interculturalidad presente en los centros). Se excluyen al 95% los platos y postres industriales, así como los precocinados. Los productos perecederos se compran a diario, habitualmente con productores locales. Es por ello que las carnes son frescas y los huevos de granja. Se promueven además, la ingesta de alimentos ecológicos e integrales. Y se evitan los azúcares añadidos, entre otras muchas iniciativas.
Pero si existe un referente sobre nutrición infantil en la actualidad, éste es Juan Llorca. Un hombre que dejó su restaurante para convertirse en cocinero de una escuela. Y en faro de los cambios de hábito alimenticios que está viviendo la sociedad, pero que nunca se iniciaban en edades tempranas.
En base a ello, el CEIP Alejandra Soler pondrá en marcha a partir de septiembre de 2018 una colaboración con el chef, así como con la nutricionista Melisa Gómez. De este modo, mensualmente se integrarán en los menús recetas del cocinero valenciano, al tiempo que se ofrecerá formación a padres y alumnos sobre nutrición de la mano de su socia en el proyecto #PorUnaEscuelaBienNutrida.
Como primeros pasos, se limitarán al máximo la presencia de todas las carnes procesadas, tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud. A ello se unirá el seguimiento de ‘Comida sana para un planeta sano’ instigada por Greenpeace, instaurando directamente el día sin carne.
Además, se pondrá en marcha de forma autóctona el proyecto para ‘Un Comedor Sostenible ERES’, consistente en la utilización de alimentos ecológicos, un reciclaje integral tanto de residuos orgánicos como de envases y un sistema de ahorro de agua y energía a través de convenios con proveedores locales.
Si eres padre o madre y recuerdas tu etapa en el comedor del colegio, no hace falta que te contemos cómo ha cambiado la película. Pero, sobre todo, hasta qué punto la sociedad comienza a ser consciente de la necesidad de una cambio de hábitos para una mayor sostenibilidad planetaria y una mejor salud. Porque al final, como suele decir Juan Llorca, «los niños inspiran a los demás a comer adecuadamente».
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