26 julio, 2018
Jaime Nicolau
Dos locos viticultores. Víctor Marqués y Javier Revert son amigos inseparables desde que ambos coincidieran en Celler del Roure. Además comparten pasión por el mundo del vino desde el mismo prisma, el de la viticultura llevada casi a la obsesión. Eso y las ganas de hacer algo juntos les ha empujado a llevar a cabo un proyecto, La Comarcal, en el que viajan a lo largo del mundo del vino para llevar a una botella cualquier parcela que consideren especial. No sólo a la parcela, sino también al viticultor que la trabaja. Un proyecto que compaginan con sus ocupaciones bodegueras en otros, Víctor en Casa Lo Alto y Javi en su propia firma, Javi Revert Viticultor y Celler del Roure.
«Dos palabras son clave para entender nuestra vida: Viticultura y Vino», explican ambos a modo declaración de intenciones. «Viticultura es lugar, tierra, esfuerzo y paciencia. Sentirse ligado a un territorio y querer estudiarlo con detalle. Tomar un camino con toda la seguridad, pero plantearse si es el correcto con cada añada que pase. Observación y fidelidad. Vino es amistad, compartir, pasión, curiosidad, búsqueda de sensaciones únicas. Infidelidad e inquietud desmedida», continúan.
«La Comarcal es el camino donde nos encontramos y a través del cual buscamos ampliar registros, entrar en contacto con nuevos viñedos y nuevas variedades, aprender de ellos y de las gentes del lugar. Trabajar con amigos y que junto a ellos seamos capaces de embotellar lugares y momentos únicos». Esa es la filosofía de La Comarcal.
La Comarcal son Javi y Victor, su proyecto de unión. Vinos de distintas tierras, mismo sol y muchas lunas. Siempre proyectos pequeños, siempre de viñedos únicos, y siempre con amigos. Y nace en 2017, con la visión que ambos tienen de una tierra cercana y de tres variedades mediterráneas.
Y arrancan en Venta del Moro. Es el pueblo donde se han encontrado esta primera vez. DELMORO es su visión de este lugar mezcla de Garnacha, Bobal y Syrah.
Carmen es viticultora: pasional, generosa en el esfuerzo y que con 75 años sigue al pie del cañón. Sus viñas de bobal, plantadas entre 1915 y 1940 y que cultiva en biodinámica, se encuentran sobre un suelo arcilloso con algo de caliza y con multitud de cantos rodados. CARMEN es su vino 100% Bobal en hormigón, con la intención de que se exprese nítido y directo mostrando la tipicidad de este viñedo.
DEL MORO
Delmoro es su vino del pueblo de Venta del Moro, que proviene de distintos viñedos entre los 15 y los 50 años de edad. La variedad mayoritaria es la Garnacha, que proviene de una parcela de 4 Ha plantada en 1987 en el paraje del Guindal.
Elaboración. Se elaboran las distintas variedades por separado, fermentando con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable. La Garnacha permanece en depósito de acero inoxidable, mientras que la Bobal y el Syrah se trasiegan a barricas viejas de 225 litros donde hacen la fermentación maloláctica y se crían durante 8 meses. Embotellado sin clarificar y filtrado por 5 micras.
CARMEN
Carmen proviene de una parcela de 2 hectáreas plantado a 800 metros de altitud en 1915 sobre suelo arcillo-calcáreo y en 1940 sobre gravas y arcillas en el paraje la Vereda de Utiel.
Elaboración. Se vendimian a mediados de septiembre y se encuba con un 20% racimo entero sobre el resto de la uva despalillada sin estrujar. Se inicia la fermentación de forma espontanea con levaduras autóctonas. Después del prensado se trasiega a hormigón donde acaba la fermentación alcohólica, hace maloláctica y permanecerá durante 12 meses. Embotellado sin clarificar y filtrado por 5 micras.
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