Fernando Santamaría
Estaba el otro día cenando en un restaurante cualquiera de tapas con unos amigos. Era un lugar del centro de Valencia, un local amplio, con buen ambiente. No era muy bonito, pero era acogedor y estaba muy limpio, con precios asequibles dada la relación calidad-precio.
A los pocos minutos de empezar a dar buena cuenta de las viandas que nos iban sacando, uno de mis amigos dijo: «He visto una cosa que me gusta mucho: las tres chicas que están en la cocina llevan guantes«. La verdad es que teníamos una situación privilegiada para ver la cocina que, por cierto, estaba bastante a la vista de la clientela. A este comentario se unieron los comensales de la mesa de al lado que, al escucharnos, asintieron con la cabeza y dijeron: «Qué razón tienes».
En ese momento intervine yo (defecto profesional). «Por favor, seguid mirando y en 15 minutos me decís cuántas veces se los cambian». No entendían mi intervención. Pasaron los minutos y se fueron dando cuenta. ¡¡NINGUNA VEZ!!
¿De qué sirve llevar guantes si no te los cambias ni te lavas las manos? Y pasas de hacer un bocadillo a enharinar unos calamares, cortar una berenjena, filetear una pechuga de pollo o trinchar un entrecot ya planchado. Esos guantes dejaron de hacer su función ya hace un buen rato.
Quiero recalcar que la cena estaba muy rica y las chicas trabajan de escándalo, sobre todo una de ellas que podría pasar por ser la dueña del local (quizás lo era). Incluso salió a recoger las mesas. Por supuesto, sin quitarse los guantes…
Soy contrario al uso de guantes por varias razones. Porque en la cocina trabajamos muchísimos productos, incluida la sal, que la llevan casi todos –por no decir todos– los platos que cocinamos y os coméis. Me sería prácticamente imposible calcular el número de guantes que podríamos usar en cada servicio. ¡Una barbaridad!
Los guantes, a simple vista, podrían ser muy higiénicos, e incluso puede que den sensación de limpieza pero, piénsalo bien: ni son cómodos ni prácticos y si no te los cambias ni higiénicos.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
3 comentarios en
Carlillos el 6 junio, 2018 a las 7:48 pm:
No puedo estar más de acuerdo,en la cocina hay que estar lavandose las manos cada dos por tres y al final lo haces inconscientemente y lo de los guantes es una guarrería en pocas palabras
Alfons Nàcher Martínez el 6 junio, 2018 a las 8:39 pm:
Toda la razón. Comparto al 100% lo que comentas y añadiría que, llevar guantes de cara al público es una manera de hacer marketing.
angel soriano el 7 junio, 2018 a las 9:25 am:
Gran verdad amigo santa, en el rest q yo trabajo los usan para las preparaciones, es decir cuando estan como ellos dicen produciendo, y secambian cada vez q se cambia de producto, q es cada cierto tiempo y puede ser un par de veces o tres x cocinero. Pero a la hora del servicio van a mano limpia. Entiendo q a la hora de producir los usen, yo tb lo hago cuando limpio un jamon x ejemplo, ya q hay cosas q luego no hay quien se limpie las manos en condiciones, pero en el servicio como tu dices es contrapoducente. Como siempre has dado en la diana my friend.