21 marzo, 2018
Eduardo Mestres es una de las personas que más ha hecho por el sector el vino valenciano y no sólo ahora, que el viento es favorable y el sector goza de una buena salud y un creciente prestigio, sino también en los tiempos en los que había que remar duro para vender vinos valenciano, incluso en Valencia capital. En todas sus facetas muestra una energía que contagia ejerciendo como empresario de su cadena de tiendas especializadas y distribuidora con sellos como Bouquet, Cabanyal o Superbotella, que son referencia en su sector. También como pilar de lo que hoy es la Mostra de Vins de Proava, de la que ha sido presidente y motor durante décadas.
Pues bien, en este contexto, Eduardo entrega cada año el premio que lleva su nombre, y que en esta ocasión ha ido a parar a Bodegas Murviedro por varias razones.
La primera por la adquisición de la Finca Casa Lo Alto, una finca vitivinícola de enorme tradición ubicada en Venta del Moro y que el propio Mestres conoce a la perfección, viniendo a reforzar la apuesta del grupo por crear una marca fuerte de referencia, que supiese aprovechar las propiedades que otorga el clima mediterráneo a las variedades autóctonas.
La segunda por el espectacular espacio de enoturismo Casa Museo de la Villa que la propia bodega estrenaba hace unos meses en pleno casco antiguo de Requena, rehabilitando una antigua bodega ubicada en una de las cuevas que convierten los sótanos de la villa en un laberinto lleno de encanto, y convirtiéndola en un centro de conocimiento de la cultura del vino de enorme exquisitez.
En tercer lugar por el éxito cosechado con la saga Cepas Viejas, de la que actualmente ya cuenta con referencias monovarietales de bobal, monastrell y merseguera y han alcanzado claramente el reconocimiento de la crítica especializada.
En cuarto lugar por la expansión de la bodega en plazas muy importantes del terrotorio nacional como Madrid, Barcelona o Tarragona, estando presente en las cartas de los restaurantes y en la distribución, como también a nivel internacional.
En quinto lugar, e importante para una firma que acaba de cumplir 90 años en nuestras tierras, por la trayectoria larga e intensa que viene mostrando en la promoción de los vinos valencianos.
En resumen, un conjunto de razones de peso que han llevado a la decisión de que Murviedro sea merecedor de este galardón.
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