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Mesón El Rebeco: paraíso de la buena carne

17 abril, 2015

 

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José Antonio López
“Vengo contento, mira qué salmonetitos me he traído y la puntilla de playa. Mira, mira ya empieza la clóchina valenciana. ¡Madre de Dios qué sepionet!”.
Enrique está descargando su furgoneta con los productos que acaba de comprar en Mercavalencia. Él solo se da ánimos y se siente como un niño con zapatos nuevos ante los productos que acaba de adquirir. “Están vivos. Hoy van a disfrutar mis clientes” y me hace partícipe de su alegría.

A pesar de acabar el turno de noche a este apasionado de la hostelería le gusta madrugar y hacer la compra diaria. “No lo cambiaría por nada del mundo. Este es el momento en que te encuentras con la inspiración de lo que vas a dar de comer hoy. Hay lo que nos da el mercado y sobre eso, se trabaja”.

Lejos quedan los comienzos en su Requena natal cuando, ni por asomo, pensó en dedicarse a la hostelería. De Requena a Valencia a trabajar, por aquello de cambiar de aires, en el Bar Pepe en la calle Mosén Femades. Aquí empieza su duro aprendizaje. Más tarde vuelta a Requena la ciudad era demasiado grande para mí y trabajos como vendedor de electrodomésticos y vuelta a la hostelería en el Bar Puerta de Alcalá donde debuta con quince años. Tuvo que aprenderlo todo a base de trabajo y sacrificio. Son tiempos difíciles que se ven suavizados por la incorporación, a su proyecto hostelero, de su hermano Antonio (cocina) y Carmen (cocina y sala). A los dieciocho años vuelve a Valencia con su madre y se encuentra con que Antonio ha tenido un accidente y va a estar de baja en el restaurante donde trabajaba en la Pobla de Farnals. El dueño del local le pide ayuda durante unos días que se transforman en años.

Antonio se une a la entrevista. Me encuentro como en casa. Qué lujo estar aprendiendo de dos figuras de la hostelería. Ya peinan canas. Ya peinamos, para ser exactos.
Compartimos ilusión y admiración. Somos de la antigua escuela. Con mucho orgullo.

“Nos costó, al principio, seleccionar a los proveedores de lo que ahora es el Mesón El Rebeco. Pensamos en buscar la mejor carne, el mejor pescado, las mejores frutas y hortalizas», comenta Enrique.

“El momento más duro fue cuando llegó el bajón en la hostelería. No podíamos mermar ni la calidad ni el servicio bajo ningún concepto, con lo que tuvimos que hacer malabarismos para mantener nuestro nivel al precio que fuera sin que le repercutiera a nuestro cliente. Gracias a Dios lo hemos conseguido”, apunta Antonio.
Antonio aprendió todo lo que sabe de cocina a base de “quemarse con las sartenes”.

“En aquella época éramos auténticas bestias trabajando. No había horas ni días. Trabajar, trabajar, aprender, equivocarse, levantarse de nuevo…”.

La familia va trabajando en distintos locales. El Cardenal, Asador Orio y Chanfer. Aquí comienza una nueva etapa con la incorporación de Carmen en la cocina. Siguen aprendiendo profesional y humanamente. “Nunca pediremos a nadie que haga algo que nosotros no podemos hacer o ya lo hayamos hecho”. Y van formando un equipo cuyos pilares son la profesionalidad y la autoexigencia.

Les encanta complacer al cliente porque se complacen a sí mismos en la satisfacción de la labor bien hecha.

En diciembre de 1989 nace el Mesón El Rebeco como centro de su vida. Carmen, Antonio y Enrique, comienzan su aventura que llega hasta nuestros días.

Antonio y Enrique están relajados en sus sillas. Son gente tan normal que incluso me llega a preocupar. Prefiero admirarlos. No siempre se encuentra, un servidor, con gente, repito, tan normal, abierta y sincera.

Boina.

“Mira, mira. La carne la traemos de Lugo. Nos la trae Luis de Blas desde Madrid”. Y me está mostrando un chupetón de buey gallego de esos que hay que aplaudir antes y después de cocinarlo.

Trabajan la brasa con piedra volcánica. Antes la traían de Irún, ahora les viene directamente desde Alemania.

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Enrique y Antonio, de El Rebeco.

Los hermanos se sienten muy satisfechos de haber dado de comer a media España o incluso entera. Matizan: “teníamos clientes que nos pedían un plato especial. Imagínate una fabada asturiana. Nos planteamos el traer producto autóctono para que el plato fuera lo más puro posible. Pues nada, a por ello. Y así empezamos y, conforme algunos clientes nos pedían platos de otras regiones, lo que hacíamos era traer la materia prima adecuada. Esto nos ha permitido aprender y conocer no sólo otros tipos de cocina, sino también a muy buenos proveedores”.

El Mesón es lo que la palabra indica. Un mesón por todo lo alto. De los de toda la vida. Es un local agradable, cómodo y muy familiar. No aspira a nada teniéndolo todo. No ha cambiado con los años y ojalá no lo haga.

Tiene que haber locales para todos y de todas clases, pero encontrarse con un mesón de “época” siempre es muy agradable.
Mesas, sillas, cristalería, manteles, decoración… muy cercano. Muy de estar en casa. Muy de agradecer.

Tienen veintiuna mesas perfectamente distribuidas en un local amplio y muy cuidado.

Enrique se siente satisfecho de sus consejos a los clientes: “hay quien viene y empieza a pedir entrantes, chuletones y postres y hay que pararle los pies y aconsejarles que no les cabe tanta comida en el estómago. La elección buena y equilibrada, que si luego queda algo en los platos sale Antonio con el rodillo. De verdad que lo agradecen”.

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A la hora de pedirles recomendaciones, “el dúo dinámico” está de acuerdo.
El recorrido empieza por un tomate de temporada con ventresca de atún o anchoas caseras. La Puntilla de Playa con ajetes o el extraordinario Pulpo a la Gallega. Vamos a por el Chuletón de Buey Gallego. Las Costillas de Lechal. La Merluza de Pincho o El Lenguado de Playa. Finalizaremos con un Guirlache de almendra hecho en casa. El Flan de Huevo. Tartas caseras. Crema Tostada o fruta del tiempo. En vinos, Ribera de Duero, Riojas y, cómo no, los nuestros. Los valencianos.

En el Mesón El Rebeco se come a la carta. Se puede disfrutar desde 30 €.

Está en la calle Historiador Claudio Sánchez Albornoz (junto a la calle Gorgos y Clariano) número 7. Su teléfono de reservas es el 96 369 38 66. Cierra los domingos noche y los lunes.

A Enrique y a Antonio les encanta hablar de lo que conocen y compartirlo. Si ustedes ya son clientes lo sabrán perfectamente, si lo van a ser pronto, no olviden compartir con estos “monstruos de la hostelería” uno de los momentos más satisfactorios y relajantes del día.

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3 comentarios en Mesón El Rebeco: paraíso de la buena carne

Valencia-nista el 18 abril, 2015 a las 6:53 am:

He ido en numerosas ocasiones y está entre las mejores carnes de Valencia, sin duda, muy por encima de otros que llegaron más tarde y ofrecen mucha menos calidad aunque delente del nombre figure Asador!!!!

NIKO-MEDIA el 18 abril, 2015 a las 6:54 am:

Completamente de acuerdo. No es barato (tampoco excesivamente caro) pero ofrece enorme calidad

María Saíz Lázaro el 1 mayo, 2015 a las 8:01 am:

son dos auténticos maestros en lo suyo y lo mejor a lo largo de toda una vida; en mi caso los conozco desde sus tiempos de «El Cardenal» con Antonio todo el tiempo tras la barra cortando jamon y Enrique a lo suyo. Igualmente he disfrutado mucho comiendo o cenando en «El Rebeco» ejemplo de hosteleria en todos los sentidos, animo y a seguir.

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