31 julio, 2020
100% Bobal. Macerado en nuestra bodega con paciencia obtenemos este vino rico, tras larga y peculiar elaboración con fases de maceración pre-fermentativa en frío y breve fermentación alcohólica a bajas temperaturas. Equilibrio entre la fruta y los tostados propios de su paso por la barrica.
Color: vino de color rojo picota de capa alta, borde violáceo.
Aroma: con buena fruta roja y negra como las fresas, frambuesas, muy bien llevada por un acompañamiento de cremosos y ligeros tostados de la barrica, algún toque especiado y algo de regaliz.
Boca: sabroso, notas frutales, de taninos esféricos, buena acidez y ligeros toques de vainilla, especies y tostados. Un vino con garra dentro de su equilibrio.
Ideal para acompañar carnes, pescados grasos y guisos en general como pasta y arroces. Temperatura de Servicio: 15-18ºC.
Es D. Adolfo de las Heras Marín quien en 1985, llevado por su pasión enológica, funda Bodegas y Viñedos de Utiel, adquiriendo una de las fincas con mayor valor ecológico y enológico de nuestra comunidad. La finca El Renegado, contaba con 540 hectáreas entre viñedo y bosque de las cuales más del 80% eran de viñedos de más de 40 años de antigüedad de nuestra uva autóctona, la Bobal. Fue él uno de los principales pioneros en la introducción en nuestra zona de otras variedades de uva como la merlot o la cabernet. También fue pionero a la hora de comenzar a elaborar vino embotellado de calidad. Durante los primeros años D. Adolfo comienza comercializando vinos jóvenes descubriendo nuevos coupages y formas de elaboración. Sin embargo, es su hijo Adolfo de las Heras Polo, quien a finales de los años 90, poniéndose al frente de la bodega, la revoluciona dándole un salto cualitativo, importando el resto de las variedades de las que hoy disponemos como la syrah, chardonnay, cabernet franc, etc.
Tras la plantación de estas nuevas variedades, llegó la nave de barricas (la cual en la actualidad cuenta con casi el millar de unidades, el 80% de roble francés), la línea de embotellado y la transformación de la antigua casa de labranza en un precioso hotel. Desde finales de los 90 hasta el 2006, Adolfo de las Heras, impulsado por su meticulosidad y buen hacer, amolda la finca y la bodega a las necesidades de su nuevo proyecto: elaborar vinos de calidad, dotándola de las últimas tecnologías, limitando producciones para poder conseguir esos productos que hoy comercializa.
En el año 2005, fruto del esfuerzo y del trabajo de todo el equipo, su primer vino de estas características ve la luz. Es entonces cuando se comienza a elaborar vinos con mayores crianzas, en barricas con distintos tipos de roble francés que aportan a sus vinos mayor complejidad, nobleza y distinción. Sólo entonces, nace Nodus. Con Nodus nace uno de los vinos con mayor relevancia de nuestra denominación de origen.
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