16 mayo, 2017
José Antonio López
En la playa de Puzol está este restaurante llamado Nazaret. Más de sesenta y dos años funcionando y unas celebraciones de aniversario que Isabel y Paco quisieron compartir con los amigos y clientes. Y vaya si lo celebraron, no cabía un alma en un espacio lo suficientemente amplio como para albergar a los cien mil hijos de San Luis.
Normalmente me encuentro con estos dos grandes profesionales y apasionados de la hostelería varias veces al año. Llevan más de veinte participando en los concursos de cocina que se celebran en toda la comunidad y no les va mal, porque, donde van, triunfan.
Entre otros, Isabel, es la Campeona de la Comunidad Valenciana de puchero. Ha obtenido varios premios por sus famosos postres y es Plato de Oro de la Gastronomía Española.
“Me gusta participar en los concursos, es una forma de aprender y compartir sabiduría con los compañeros. No hay nada más gratificante que la amistad con los cocineros y conocer los trucos que hacen que, un mismo plato, sea diferente”, me comenta Isabel.
Paco es el encargado de la logística. Siempre sonriendo. Siempre al tanto. Siempre compartiendo. Cuando están concursando, este gran hombre se preocupa de que no le falte nada… a nadie. Lleva un almacén portátil donde se puede encontrar de todo. Si a algún compañero le falta algo, siempre hay una voz que reza “Pídele a Paco, que seguro que lo tiene”. Y este hombretón con más alma que cuerpo (y cuerpo tiene) se siente orgulloso de ayudar.
Tengo la tremenda suerte de compartir mesa y mantel con colegas afines y cómo no, la satisfacción de que Isabel se siente a la mesa. Vestida del negro clásico comparte sonrisa permanente con su Paco. Alguien revoluciona el entorno y no es otra que su nieta (no puede negarlo) que hace que la tranquilidad se vea turbada por una alegría espontánea que sólo un niño puede aportar.
No ha cambiado mucho el local en estos sesenta y dos años. Antonio e Isabel, los padres, lo construyeron “tocando el mar” y son una familia marina que te transmite paz y tranquilidad. Tres comedores; uno interior con mucha luz, otro a la puerta cubierta con mucha más luz, y el totalmente exterior donde hasta Sorolla aplaudiría. Mobiliario de la época, así como la cubertería y cristalería. Es como viajar a través del tiempo al que pides que no pase.
Se huele a mar, se oye el mar, se siente el mar.
Nazaret, es mar.
Y vienen las conversaciones ante una buena botella de vino blanco que Paco ha seleccionado. Y, como sin darte cuenta, aparece en la mesa un bombón de salmón con queso, nueces y un toque de jengibre.
Disparan las cámaras de fotos. Se harán muchas más.
Las cigalitas con piñones y ajos tiernos tienen que esperar un poco. El sabor del bombón de salmón hay que guardarlo en el palacio de la memoria.
Atacamos.
Y nos llega una ensalada con ciruelas y queso fresco con picatostes con tomate. Le pedimos a Isabel que salga y nos cuente el aderezo magistral de la ensalada. Habla la cocinera como si fuera algo tan normal que no necesita explicación. Algún día compartiré con ustedes algo tan sencillo y sabroso como es el aliño de esta ensalada.
Y nos llega “la bomba en perola”, el arroz de chupa-chups. Para ponerle un piso. Un arroz extraordinario con setas, alcachofas y muslitos de codorniz. El nombre le viene de los muslitos que, al ser presionados hacia un lado, quedan como la imagen del famoso caramelo.
Y terminamos con un flan de queso, brazo de gitano, tres chocolates y pastelón de Puzol.
Sin comentarios. Bueno sí, quedaba algo y fue una genial mousse de limón.
Verlo para creerlo y, sobre todo, para disfrutarlo.
No hay tiempo de marcha. El restaurante abre a primera hora y no cierra hasta la noche. Puede estar usted el tiempo que quiera. No se aburrirá. Lo pasará en grande y, si además tiene la suerte de compartir charla con Paco e Isabel, será un día que difícilmente podrá olvidar.
Hay mucho amor y mucha profesionalidad por no hablar de la barbaridad de cocina, que está a su disposición.
Hemos quedado en volver a probar los caracoles a la “llauna” algo único, pero tenemos tiempo, el restaurante no cierra durante todo el año, por lo que nos permite disfrutar de él en las distintas estaciones lo cual le da aún un mayor atractivo.
Dejamos a Isabel y Paco charlando sobre qué almuerzo les van a llevar a sus compañeros de concurso. Tienen uno en puertas y, como siempre, llevarán algo más que les distingue y les hace más grandes.
Lo son.
El Restaurante Nazaret está en Av. Grau Vell, 20. Paseo Marítimo, 21. Playa de Puzol. Su teléfono es el 961 420 424. Abierto todo el año.
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Un comentario en
Tatiana León Gálvez. el 1 junio, 2017 a las 3:43 pm:
Especialmente de los grandes del mundo y amor pasarlo a gusto. Me encanta una cocina de exquisita providencia de la radio y televisión como para no salir de casa. Gracias Isa y Paco