24 abril, 2017
Mª Carmen González
La de Ribera del Duero es una de las denominaciones más conocidas y prestigiosas que tenemos en nuestro país, que desde su nacimiento en 1982, ha experimentado un gran crecimiento. A pesar de su fama a nivel mundial, la segunda enóloga de Bodegas Félix Callejo, Noelia Callejo, considera que sigue necesitando promoción, aunque “otro tipo de promoción”.
En este sentido, Callejo señala que se deben diferenciar “las distintas riberas que hay, y ensalzar más el viñedo y sus particularidades”. En Ribera del Duero, afirma, “somos un todo, pero a la vez muy diferentes”. “Y es que los suelos de Soria no tienen nada que ver con las gravas de Aranda, con los suelos de páramo de por aquí (Sotillo de la Ribera), o con las zonas de Valladolid”, añade.
“Ya se conoce Ribera del Duero, pues ahora vamos a promocionarla más de cara al profesional; de cara al sumiller. Que no se quede solo con la contraetiqueta, y que aprenda los diferentes tipos de suelo y matices que hay en Ribera del Duero”, comenta.
Callejo, cuyo padre fue uno de los pioneros en la introducción de Ribera del Duero en mercados internacionales donde había poca cultura del vino, explica que esta denominación, tras su nacimiento, “ha pegado una explosión muy importante en el mundo”. E incide que dentro de Ribera del Duero “hay mucho que descubrir”. «Es necesario potenciar la Ribera del Duero de los viticultores, de los suelos, de los viñedos, de los matices, de lo autóctono, de la cultura», concluye.
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