24 enero, 2017
Mª Carmen González
Miguel Ángel Hernández es un joven sumiller valenciano especialista en sake, la bebida típica japonesa. Pero no es un conocedor más de esta bebida de arroz. Hablamos con uno de los mayores expertos en la materia, a pesar de que sus orígenes están en Picanya y no en Yokohama. Y es que Hernández fue elegido como ‘Mejor Sumiller de Sake’ en el año 2015 por la Sake Sommelier Association de Londres.
Es consciente del gran desconocimiento que se tiene en nuestro país del sake, «donde se cree que es principalmente lo que te dan al final de la comida en un restaurante chino,» pero sabedor de su potencial, está convencido del gran crecimiento que va a experimentar esta bebida en los próximos años en España, –algo similar a lo que ha ocurrido con el gin-tonic– debido «a sus cualidades organolépticas y a su facilidad para maridar con la comida mediterránea«. Así, con su locuacidad y sus conocimientos nos convence de que combina fenomenal con cualquier tipo de arroz, «ya que al fin y al cabo estás mezclando la misma materia prima», así como con ostras o marisco.
El sake es una bebida fermentada, «más parecida a una cerveza de arroz que a un vino», con una graduación alcohólica que va de los 15 a los 20 grados. El del sake, afirma Hernández, «es un mundo tan amplio como el del vino, las cervezas o el del whisky», en cuyo resultado final influyen muchísimos factores, «desde la calidad del arroz, al tipo de agua utilizado y su mayor o menor alcalinidad, o al grado de pulido del grano», entre otros.
Sumiller de profesión, Miguel Hernández era un gran entendido en vinos. No había tenido contacto profesional con el mundo del sake hasta que marchó a Londres y comenzó a trabajar en Hakkasan, un grupo de restaurantes de cocina oriental con estrella Michelin, en el que estaba bebida formaba parte de la carta de vinos.
El estudio y la experiencia le hicieron convertirse también en experto en sake. De hecho, la primera vez que se presentó al concurso de la Sake Sommelier Association quedó en tercera posición. En 2015 volvió a probar suerte y se convirtió, tras duras pruebas (no solo se trata de saber elegir y servir el sake), en el mejor: Sake Sommelier of the Year.
Un gran orgullo, afirma, y una oportunidad para viajar a Japón con todos los gastos pagados para conocer de cerca todos los secretos de esta bebida, completar su formación y poder, de este modo, impartir clases sobre esta bebida en cualquier parte del mundo.
Como ganador de 2015, Hernández volvió el pasado año a Londres como jurado. En la actualidad ha vuelto a sus orígenes y demuestra su saber hacer desde El Poblet, el restaurante que Quique Dacosta tiene en Valencia.
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Un comentario en
Aries el 26 enero, 2017 a las 9:52 pm:
Le gusta su trabajo disfruta con el y eso se nota