20 enero, 2017
Jaime Nicolau
Se presentan como los vinos canallas y la verdad es que lo son. En Bodegas Arráez han sido capaces de que la gente se enamore de ellos a través de la línea de productos modernos que van lanzando al mercado al frenético ritmo que marca Mala Vida, una de sus sagas más exitosas y más gamberra. Porque a todos en algún momento nos va eso, la Mala Vida. De paso la bodega está consiguiendo conectar con el público joven, montando considerables algarabías con un marketing más que ocurrente en todos los eventos en los que están presentes. Lo mismo se puede aplicar a Bala Perdida o Vivir Sin Dormir.
Ahora ha aterrizado Vividor, un vino que está encontrando una bendita confusión en las Redes Sociales. Y es que son muchos los winelovers que han querido ver en el personaje que ilustra la etiqueta un cierto parecido con el personaje de Amador en la afamada «La que se avecina». Ya saben, ese que se denomina a sí mismo «Vividor-Follador». Pero parecidos razonables al margen, la realidad nada tiene que ver con la ficción. Y en la contraetiqueta del vino tenemos la clave, pues reza así: «Martín Lobo, conocido por todos como «El Vividor», era un valenciano de nacimiento y multimillonario de espíritu, pues nunca necesitó un centavo para ser feliz. Creció rápido, todo lo rápido que pudo, para salir a recorrer mundo. Trabajó como comediante, profeta callejero, trapecista, pinche de chef libanés e incluso psicólogo de pega, aprendiendo un poco de todo y un mucho de nada. Conoció al amor de su vida en dieciséis ocasiones; se bañó desnudo en alta mar; comió cangrejo vivo; vio amanecer; habló largo y tendido con desconocidos y, en general, supo sacarle a la vida ese jugo tan preciado que sólo unos pocos alcanzan a saborear».
Y así con esta jeta se plantan la semana que viene en Madrid para presentar esta última creación. Se trata de un vino de Utiel-Requena con la autóctona bobal. Será la primera gran cita para este producto. Así, la bodega más irreverente, atrevida y divertida ya ha centrado su próximo objetivo: Madrid Fusión, concretamente el espacio de la feria centrado en el vino, Enofusión. Allí los de Arráez no sólo presentarán su nuevo vino Vividor, también mostrarán su nueva imagen corporativa.
Vividor, lleva en el mercado poco más de tres meses y ya ha ganado tres premios La Lluna (Festival de Publicidad de la Comunidad Valenciana) a la mejor ilustración, packaging y dirección artística. Detrás de todos los vinos de la bodega se encuentra Toni Arráez, mejor enólogo de la Comunidad Valenciana en 2016 según la Asociación Valenciana de Enólogos, con tan sólo 37 años. Este Vividor (el vino) continúa la filosofía canalla, carismática y moderna de sus hermanos Mala Vida (DO Valencia), Bala Perdida (DO Alicante) y Vivir Sin Dormir (DO Jumilla) con los que la firma logra poner en valor las uvas más representativas de cada región unido a diseños atractivos para acercar la cultura del vino al público del S. XXI.
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