8 octubre, 2016
Ya hace tiempo que les contamos que la firma Bodegas Murviedro había dado un notable giro de timón a su filosofía. La firma ha alcanzado una producción que supera los 20 millones de botellas y entendía que había llegado el momento de no tener como objetivo seguir creciendo en volumen sino en devolver a la tierra en la que se asienta todo lo que ésta le ha dado para estar dónde está.
Y el proyecto podía haber quedado, como ocurre muchas veces, en aquella rueda de prensa de presentación de una gama de productos con la bobal como bandera. La variedad autóctona de Utiel-Requena. La uva que hace distinta a la Requena en la que se asienta la bodega.
Pero el proyecto va mucho más allá y la firma decidió compartirlo con nosotros en una visita de la que uno sale convencido de que la apuesta va en serio. Con su Cepas Viejas como núcleo vertebrador, el enólogo Víctor Marqués y uno de sus máximos apoyos en bodega Juanjo Muñoz, quisieron que pisáramos, en plena vendimia, la finca de bobal de 70 años que han adquirido en la carretera que va de Requena a Los Isidros, a un par de kilómetros de El Pontón.
Y llegar allí, ver la calidad de la uva que este año están metiendo en la bodega desde esa parcela, es entender ese giro de timón. Es entender que Murviedro se agarra de manera definitiva a sus raíces. A una bobal que está siendo reconocida mundialmente y con la que la zona está consiguiendo hacer marca como tal. Y un movimiento al que le viene como anillo al dedo que una firma como Murviedro haya decido tomar esta bandera. La parcela es espectacular. Y en un año ustedes podrán comprobarlo con un nuevo vino que pudimos catar en los depósitos. Tipicidad, esencia y diferencia en estado puro. Es normal que el equipo técnico que encabeza Marqués se sienta tan satisfecho. Y a la vez respaldados por una firma que no escatima esfuerzos en investigación. Pues el propio Víctor Marqués nos apuntaba que van a trabajar con depósitos de hormigón e incluso con fudres, además de la madera. Lo quieren probar todo y no renuncian a nada. La apuesta es ganadora. Al tiempo.
Y este agarrar con fuerza sus raíces va mucho más allá. Pronto tendrán noticias de un proyecto enoturístico de esos que cambian la vida de un pueblo, de una comarca, de una zona productora. Si Toni Sarrión marcó el camino de los bobales de calidad y muchas bodegas decidieron seguirlo, Murviedro va a marcar una revolución con la que, si se suman más firmas, se puede dar un paso de gigante para la zona.
Benditas raíces.
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Un comentario en
Rotellos-Navarra el 9 octubre, 2016 a las 9:32 am:
Desde Navarra, felicitaciones y sobre todo despues de haber probado la Bobal y una botella se «Cepas Viejas».
Seguro que la zona de Utiel-Requena, pronto se convertirá con estos nuevos proyectos enologicos y eno-turisticos, aportando a ésa zona, el nuevo prestigio que siempre se ha merecido, sobre todo con la incorporación de nuevos técnicos en Enología, que seguro sabrán aportar su nuevo saber tecnológico a esta bodega.Felicitaciones. Rotellos y Cia.