29 septiembre, 2016
Mª Carmen González
Pelo rojo, copa de vino en la mano, un árbol en el campo y un corazón que se le sale del pecho y que muestra su pasión por el vino. Miramos la colorida etiqueta de este nuevo vino y no hay duda de quién es la protagonista. Si leemos el nombre un poco más abajo –Rosalía-, tenemos la confirmación: es Rosalía Molina, responsable de Altolandón.
Y ‘Rosalía’ es el nuevo vino de la bodega conquense, un garnacha centenaria 100% que saldrá a la venta en noviembre y que, de entrada, llama poderosamente la atención por los colores y su etiqueta ‘pop-cubista’. Un vino de producción limitada, de color intenso y gran intensidad aromática, que lleva el nombre y la imagen de su creadora.
Su uva procede de una viña, de sólo tres hectáreas, recuperada en Landete (Cuenca); un viñedo de pie franco con un rendimiento mínimo “y una calidad excepcional”, explica Rosalía Molina. “La primera vendimia que realizamos de este viñedo fue en 2014 y la elaboración se realizó en barricas abiertas de 500 litros de roble francés. Tras la fermentación , estuvo en barricas de roble francés durante ocho meses”, añade.
“Es una garnacha fresca, con un intenso color, redondo y amable, con gran intensidad aromática (frutas negras muy maduras, ciruelas secas), tal vez una garnacha atípica, debido a la altitud del viñedo, ya que esta variedad no es característica por tener demasiada acidez”, explica la responsable de Altolandón.
La historia de este vino, y de su imagen, es curiosa. Rosalía Molina tenía previsto hacer un vino ‘especial’. No tenía aún forma, nombre, etiqueta, ni fecha de salida. Un amigo artista y diseñador gráfico, Miguel Ángel Roda, confeccionó un boceto de etiqueta y se lo presentó. Inmediatamente Rosalía se sintió reflejada en él. “Cuando vi la etiqueta no pude evitar crear un vino para ella y acompañarla de mi nombre; fue un capricho”, nos cuenta Rosalía.
Y es que el artista, de estilo ‘pop-cubista’ según él mismo se define, había realizado una etiqueta llena de color, algo que apasiona a Rosalía y que plasma en su bodega. “Es un retrato de mí misma”, afirma la vignerona, que explica que en la etiqueta aparece una mujer pelirroja –como ella- con una copa de vino en la mano, ‘su’ árbol, (uno que está en el viñedo por el que tiene especial cariño y que aparece en la mayoría de sus fotos) y un corazón, “que según mi amigo el diseñador refleja la pasión por el vino”.
Y Rosalía (Molina) decidió utilizar esta etiqueta para un “vino particular”, el ‘Rosalía’, con una producción limitada “destinada a unos pocos”, y poner en marcha su embotellado.
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Un comentario en
Vino y arte se unen en las etiquetas de estas botellas de diseño el 28 septiembre, 2017 a las 9:40 am:
[…] picassiano Rosalía es de Altolandón. El frontal del envase de este vino conquense es un festival cubista de colores […]