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No hay excusa

José Antonio López
No quiero hablar de política ni de lo que está ocurriendo en mi país que es España. Como ya me corrigió mi amable lector, yo a lo mío, que son los vinos (en este caso se equivocó, lo mío es la gastronomía) y dejar hacer a los demás que llevan tropecientos días sin ponerse de acuerdo.

Al César, lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.

Y digo que no hay excusa para estar en la situación en la que nos encontramos. Mi obligación y devoción es recorrer, diariamente, bares, restaurantes, mercados, tiendas de alimentación, proveedores, empresas y demás, dedicadas al sencillo arte de dar de comer y de beber.

Mis queridos lectores, servidor ya peina canas y más que peinaré a partir del día seis, y nunca, repito, nunca, me había encontrado con una situación tan tensa y tan difícil como la que tenemos ahora.

Me refiero a la hostelería y a la alimentación. Me imagino que los que saben “de lo otro” tendrán claro lo que deben hacer aunque si veo la realidad, prefiero cerrar los ojos. Pero ésta, amigos, es una opinión muy particular.

Hay un cartel en un restaurante situado en las ramblas de Alicante que reza “Se precisan clientes, no es necesaria experiencia”. Y a lo mejor sería el eslogan para poner en la mayoría de los establecimientos hosteleros de nuestra Comunidad Valenciana.

Esto no va bien, amigos. Somos una Comunidad con un tremendo atractivo gastronómico y turístico y de servicios, y hemos preparado o estamos en ello, a profesionales que tienen mejor curriculum que muchos de los que se precian en ser importantes.

La gran familia de la hostelería y la gastronomía ofrecemos lo mejor de nosotros mismos y les puedo asegurar que es un oficio muy duro por mucho que algunos programas de televisión se empeñen en demostrar lo contrario. Vivimos de nuestro trabajo y somos uno de los sectores que más empleo crea.

Desgraciadamente, nos falta lo más importante y no sabemos cuál es la razón, aunque la intuimos, porque es el mismo cliente quien nos la dice.

Con todo esto, hay algunos “profesionales” y “enterados” y “sabios” y… que se dedican a criticar nuestro trabajo y lo que es peor, a sus propios compañeros.

Decía la zorra que las uvas estaban verdes.

Por favor, respeto y trabajo.

La situación está como está, de ello les informará, mucho mejor que yo, mi anónimo lector que de eso sabe mucho, pero de ahí a que entre nosotros nos critiquemos y no nos valoremos… NO.

Todo el mundo se merece una oportunidad.

Hasta los malos.

Estos últimos caen solos.

Mi respetado lector, si puede, salga a disfrutar, con arreglo a sus posibilidades, de nuestra oferta gastronómica. Le irá bien a usted por su relax y a nosotros por poder servirle y hacerle parte nuestra y mantener nuestros negocios como hacemos cuando vamos a utilizar los servicios y productos que ofrecen los suyos. Es una cadena que no rompe eslabones.

Todo está en que venzamos la frase de “no hay excusa”.