Cavas Marevia, quinta generación de burbujas que echa raíces en Requena

Texto: Mar Lafuente // Fotografía y video: Laura Lázaro

Hablar de Cavas Marevia es hacerlo de una familia ligada históricamente al mundo de las burbujas y de un proyecto que ha encontrado en Requena el lugar perfecto para seguir escribiendo su historia. En esta ocasión nos abren las puertas de la bodega Diego Jiménez Hevia y Santiago Hernández Hevia, quinta generación de una saga que empezó con los fundadores de Freixenet y que hoy hunde sus raíces en tierras valencianas. “Nuestro vínculo con las burbujas viene porque nuestro bisabuelo y nuestro tatarabuelo fueron los fundadores de Freixenet. La empresa fue pasando de generación a generación hasta llegar a nosotros que seguimos siendo elaboradores de cava”, explica Santiago. 

El salto a Cavas Marevia no fue por casualidad, más bien una evolución natural. Ya conocían la bodega, ya que preveía de servicios a Freixenet, y les permitía tener acceso al potencial que había en Requena, sobre todo la calidad de la uva y la posibilidad de elaborar en ecológico. Así que en 2019 deciden apostar por el proyecto y adquirir Cavas Marevia. “Entramos con la idea de potenciar todo lo que era atractivo como su excelente Chardonnay, pero sobre todo nuestra apuesta ha sido elaborar vinos espumosos ecológicos”, comenta Diego. Para ellos la viticultura ecológica es una convicción: “Es sostenibilidad, es cuidar la tierra. También es tener agricultores muy vinculados al viñedo, proactivos y cuando el viñedo se trabaja así, la calidad de la uva es mucho mejor”, añade Diego. 

Desde sus comienzos en esta nueva aventura han tenido clara la filosofía: paciencia e inversión. “Nuestro proyecto es a largo plazo, no se entiende la industria del vino sin eso. Venimos a dar a conocer la calidad de los productos de Requena y a abrir nuevos mercados invirtiendo, porque no se entiende la industria del vino sin el largo plazo y sin la inversión”, resume Diego. Y es que ambos coinciden en que Requena es la gran clave de este proyecto. “Es un lugar alto, con clima continental seco y condiciones perfectas para la viticultura ecológica. Además, aquí encontramos un capital humano muy importante y nuestra filosofía también es promocionar lo local”, afirma Santiago. A lo que Diego se le suma diciendo que “es una zona espectacular” por sus inviernos fríos, suelos pobres y rendimientos limitados que dan uva con un equilibrio entre acidez y fruta perfecto para elaborar cavas de calidad. 

El resultado son cavas modernos, frescos y fáciles de disfrutar. “Cavas espectaculares”, dice sin dudar Diego. “Con una acidez y fruta difíciles de encontrar, pensados para disfrutar en una terraza o acompañando una comida. Y con una gama amplia para elegir en cada ocasión”. Santiago coincide: “Este año hemos tenido una vendimia con uva muy concentrada y de gran calidad. Nuestros cavas reflejan eso: frescura, fruta y disfrute”. En este sentido señalan que tienen un gran desafío: cambiar la percepción del consumidor. Quieren borrar de la cabeza de los consumidores que el cava es solo para momentos especiales o celebraciones, sino que es un producto para cualquier ocasión, que marida con un amplio abanico de recetas, productos, y que se disfruta también en una cena cualquiera con amigos. 

Aunque queda mucho trabajo por hacer, sí que son conscientes de que es un producto cada vez más reconocido, “los premios lo demuestran, tenemos multitud de medallas internacionales”, cuenta Santiago. También en Valencia, donde aseguran que gracias a iniciativas como la Feria del Cava del Mercado de Colón, el consumidor está entendiendo que en nuestras tierras se elaboran grandes espumosos. “Lo sienten como algo propio y eso ha disparado las ventas”, añade Santiago. 

Esto también es posible a la constante innovación, que también se deja sentir en cada nueva referencia que sacan al mercado, ajustándose a los gustos del consumidor. Recientemente han sacado dos nuevos cavas al mercado, los Marevia Grand Cuvée, inspirados en el mural que tienen en la fachada, pintado por la artista gallega Lula Goce, reconocida internacionalmente.

Con las copas llenas de burbujas, ambos se despiden con una invitación. “Deberíamos llenar nuestras copas con cavas de Marevia porque son cavas de gran calidad que nos van a hacer disfrutar del momento”, brinda Santiago. Por otro lado, Diego lo resume con una sonrisa: “Con nuestros cavas los momentos se hacen mejores. Son para abrir y disfrutar. No los dejes a medias”.

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