Es la nueva añada del vino blanco icono de Bodegas Torres, caracterizada por su amplitud aromática y buena acidez.
16 diciembre, 2014
Milmanda 2012, la nueva añada del vino blanco icono 100% chardonnay de Bodegas Torres, sale al mercado avalado por dos medallas de oro en concursos internacionales, Chardonnay du Monde y Global Master de The Drinks Business, además de una excelente puntuación – 95 puntos – en la guía de vinos Proensa. Es la primera vez que Milmanda consigue el oro en el prestigioso certamen francés Chardonnay du Monde, cuya 21 edición premió únicamente dos vinos españoles con la máxima distinción de entre 800 vinos de 40 países distintos.
Considerado por la familia Torres su pequeña joya blanca de la Conca de Barberà, Milmanda sigue siendo hoy, casi treinta años después de la primera añada de 1985, un vino de gran complejidad y elegancia, al estilo de los grandes vinos blancos de Borgoña, fermentado y envejecido en barrica, y que disfruta de un merecido estatus entre los mejores chardonnays del mundo.
El castillo de Milmanda del siglo IX, que da nombre a la finca y al vino que nace en ella, se erige en un enclave privilegiado a los pies de la sierra de Prades, entre los municipios de la Espluga del Francolí y Vimbodí. Perteneció a los monjes de la Orden del Císter, que lo utilizaban como granja fortificada, antes de que pasara a formar parte de las posesiones del Monasterio de Poblet en 1174 y se iniciara el cultivo de la vid. La familia Torres se hizo cargo del terreno y del castillo en 1979, lo rehabilitó conservando su esencia histórica y plantó 15 hectáreas de la variedad chardonnay, gran desconocida en esa época.
Y es en los suelos arcillosos y profundos de la finca, que permiten una elevada retención de agua, y en el clima meridional, con las temperaturas más frescas de la comarca y fuertes oscilaciones térmicas, donde la chardonnay encuentra las condiciones óptimas para su desarrollo y logra expresarse con total plenitud. A la prolongada maduración, se suman una rigurosa selección de las uvas y una crianza especial en madera para dar lugar a uno de los vinos más laureados de España.
La añada 2012, intensa y equilibrada
El 2012 fue un año de temperaturas y precipitaciones normales, aunque el invierno fue especialmente seco, como también lo fue el ciclo vegetativo. Esto favoreció una producción más reducida y de mayor calidad en la finca de Milmanda. La cosecha de chardonnay, que se avanzó debido a las temperaturas cálidas de agosto, se hizo en el momento óptimo; la buena maduración de las uvas dotó al vino de una buena amplitud aromática, los grados obtenidos fueron los deseados mientras que las acideces fueron más moderadas.
El resultado es un vino intenso pero equilibrado, dotado de una personalidad inconfundible. De color amarillo dorado, desprende un intenso aroma, con notas frutales de cítricos y compota de melocotón, y fondos de vainilla muy finos. En boca cobra una nueva dimensión: dominan las frescas sensaciones frutales, especiadas y de frutos secos tostados y aporta un paladar graso y persistente y una buena acidez. Un vino complejo, fermentado y criado en barrica de roble francés que se envejece durante 12 meses en contacto con sus lías y que es ideal para acompañar mariscos y crustáceos, así como recetas de pescado y aves.
Con una producción de 26.400 botellas, Milmanda 2012 sale al mercado justo a tiempo para festejar las Navidades.
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