4 octubre, 2024
Pedro G. Mocholí
Este pasado mes de marzo, Nou Manolín cumplió 52 y hay que reconocer que muy pocos locales mantiene ese pulso candente que ellos tienen día a día desde que aquel 17 de marzo de 1972 levantaran por primera vez la persiana.
Los grandes valedores fueron D. Vicente Castelló y su mujer, Dña. Vicentina Such, quienes en pleno centro de Alicante abrieron aquel local que con el paso del tiempo se ha convertido es un referente del mundo del producto, de la gastronomía y de ese concepto tan español como es la barra, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para todo el mundo que se inicie en el mundo de la hostelería.
Una barra que fue copiada y trasladada a París de la mano de Joël Robuchon, creando su concepto al que denomina L’Atelier. Joël pasaba sus veranos en la costa alicantina, declarándose un fan incondicional de este local, y gracias a ello le unía una gran amistad con el matrimonio Castelló-Such. Y qué mejor homenaje que ofrecer esa ‘barra’ en París y así permitir a los parisinos que disfrutaran in situ de ella.
Muchas son las virtudes que encontramos cuando cruzamos el umbral de su puerta, pero a mí hay una que me encanta y que encuentro en muy pocos establecimientos: cuando entras, los camareros de la barra te saludan y cuando llegas a tu sitio ya te encuentras una cerveza y una almendras fritas, de las que me declaro un fan incondicional.
Una vez sentado ves el espectáculo que te rodea y piensas si estás en un paraíso utópico. Pero no, todo lo que ves es real y, lo más importante, es que se repite día tras día, sin relajarse uno solo, entendiendo que su mayor valor es mantener ese concepto todos los días que levantan la persiana.
Perdonen, pero les reconozco que solo por las almendras fritas ya merece la pena la visita. Y si hemos abrazado a este fruto seco con pasión, para disfrutarlas las tienen que acompañar con salazones como la hueva o la mojama de atún, otros productos de los que me declaro un fan incondicional. Y para rematar ese lujo, acompañados de un tomate maduro que le ofrezca ese toque vegetal. La hueva y la mojama de atún son un bocado delicado, equilibrado de sal y con un sabor persistente, pero delicado, que te deja un excitante regusto.
Luego podemos continuar con el jamón ibérico de Joselito, que cortado a cuchillo y en el momento de servir, sigue siendo una auténtica delicia.
Al igual que su ensaladilla, coronada con una anchoa, o sus sempiternas berenjenas rebozadas y acompañadas de un delicioso salmorejo.
Mientras, para acompañar, podemos declinarnos por su imperial bodega o por la variada oferta que encontramos en la barra a copas con la consecuente alegría para el comensal, pues los vinos se sirven de botellas Mágnum.
No se pueden perdonar las gambas rojas de Dénia, que horas antes de verlas expuestas en el mostrador aún nadaban en el Mediterráneo, por lo que rezuman frescura. Hay que tomarlas hervidas y acompañarlas con un buen cava.
Seguimos con un erizos llenos de sus huevas, encontrando ese toque yodado tan clásico en él. Para aquellos a los que le guste el erizo o tengan gran pasión por él, también les recomiendo el erizo gratinado con una primorosa salsa bernesa.
Otra de las delicadezas que no se pueden perder son las croquetas de jamón, a la altura de las mejores que podemos encontrar entre los especialistas.
Por último, otra de las especialidades típica del Nou son los llamados ‘Pajaritos’ de la huerta, que para no se sorprendan les recordaré que son gajos de cebolla rebozados, pero con tal calidad y precisión, que se pueden coger con los propios dedos sin quedar ni un ápice de aceite en ellos.
En esta ocasión quería disfrutar de la barra en toda su extensión, que es muy amplia. Y he de decir, que esas sensaciones que hemos encontrado en el Nou Manolín, las encontramos también en Piripi. Les aseguro que en ambos van a disfrutar de lo lindo.
El concepto ‘barra’ que encontramos en ambos locales les puedo asegurar que es de los mejores de España, por no decir el mejor. Aúna la idea de la calidad, de la cocina y del servicio. Les aseguro que nunca saldrán descontentos, saldrán ufanos y contando los segundos en los que buscar una excusa para volver, se lo aseguro.
Nou Manolín. C/ Villegas 3. Tel.: 965 616 425. Alicante.
Piripi. Avda. Óscar Pla, 30. Tel:. 965 616 425. Alicante.
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