7 noviembre, 0003
Denominación de Origen: Empordà. Variedades: Garnatxa (28%), Merlot (27%), Cabernet Sauvignon (19%), Syrah (13%), Samsó (9%), Monastrell (4%).
Para la elaboración de este vino, Perelada utiliza uva de 3 de sus fincas en el Empordà, de condiciones geológicas diversas. La heterogeneidad de suelos de esta región es única y permite elaborar vinos con una amplísima gama de matices.
Uva seleccionada, vinificación en tinto, maceración media, fermentación controlada a 25ºC. Crianza un año en barrica bordelesa (70% de roble americano tipo fino y 30% francés Allier). Resto en botella. Tipo de botella: Bordelesa prestige, verde A.V., 75 cl.
Color: rojo cereza de capa media.
Aroma: predominan los aromas afrutados, las especias y las finas notas de crianza. En boca es redondo, fluido, equilibrado y con unos taninos suaves.
Boca: agradable paso de boca y largo postgusto
Aportación del terreno
– Pont de Molins: Merlot y Cabernet Sauvignon. Un ligero toque de Merlot procedente de Pont de Molins le confiere un atractivo color y frescor en la boca. Textura arenosa, con ligero contenido de limos, terreno suelto y ligero.
– La Garriga: Garnatxa, Samsó y Syrah. A medida que las cepas de Garnatxa y Samsó (nombre local de la Carinyena) envejecen, reducen sus rendimientos, y sus uvas ganan en complejidad de matices. Estas uvas son la base del 3 Fincas. Textura francoarenosa-gravosa, con piedras sueltas de origen sedimentario, con predominio de cuarzo.
– Espolla: Cabernet Sauvignon y Garnatxa. El Cabernet Sauvignon de Espolla se caracteriza por la elegancia de sus taninos, como queda demostrado en este vino. Suelo pizarroso y ácido.
La elaboración de vino en el Castillo Perelada está documentada ya desde la Edad Media, tal y como lo atestiguan varios documentos y pergaminos de la época que se conservan en la biblioteca. Cuando Miguel Mateu compró este conjunto monumental en 1923 uno de sus principales objetivos fue la revitalización de esta tradición vitivinícola, una tradición que hoy se encuentra más viva que nunca y que ha incorporado la más moderna tecnología para elaborar unos vinos que sacan el máximo partido de los matices de los suelos y viñedos del Empordà.
La concepción del vino como arte es una idea que Castillo Perelada tiene muy en cuenta. Las políticas expansivas llevadas a cabo a lo largo de los años en forma de inversiones de mejora y ampliación de la capacidad productiva siempre han estado supeditadas al respeto de un proceso productivo tradicional que garantiza unos niveles de calidad excelentes.
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